El 2023 pinta como un gran año para el actor, productor y director Sebastián Eslava, quien por estos días celebra la llegada a las salas de cine de la película ‘Pepe Cáceres’, una producción que le tomó varios años realizar, no solo por lo que implica sacar adelante un proyecto cinematográfico, sino por la relación con la historia del torero tolimense, su padre.
Sebastián, quien además es uno de los protagonistas de Malayerba, la serie original de Pantaya y StarzPlay, producida por Dynamo, tiene un reto enorme con la película sobre Pepe Cáceres, pues además de prestar su piel para interpretar a su padre, considerado la primera figura colombiana en el mundo de la tauromaquia, dirige el largometraje junto al productor Camilo Molano Parra.
Cabe mencionar que la historia no es una oda al espectáculo taurino, sino una visión que tiene Sebastián del hombre y padre que fue Pepe Cáceres, quien murió cuando él tenía dos años, vestido de luces, en un ruedo en el municipio boyacense de Sogamoso, después de haber logrado el reconocimiento en grandes plazas internacionales.
“Claramente es una historia muy personal. Y lo mejor, aparte de lo visual que me parece bueno y de la producción, que es impecable, es el retrato del hombre. Le queda a uno clara esa persona. Y es que no es fácil contar una biografía. Creo que están bien elegidos los conflictos y los momentos, queda la sensación de estar viendo al personaje”, opinó el columnista Ricardo Silva.
Y es que la trama se centra en contar la historia de Cáceres desde su infancia en Honda, Tolima (su tierra natal), cargada de miedos, hasta su llegada a la fama en las más prestigiosas plazas taurinas del mundo, cuando la motivación más grande era su obsesión por ser alguien, por ser visto, quizá producto de que en su infancia su padre y su madre lo abandonaron, dejándole un gran vacío emocional y una adicción al dolor.
Sobre esta producción de Resilience Pictures, en asocio con WideAngle Films, con el apoyo del Ministerio de Cultura, Caracol Televisión, Del Llano Alto Oleico, Blond Indian Films, 2.35 Digital y Diptongo Media Group, distribuida en el país por Cine Colombia, habla Sebastián Eslava:
Preguntas y respuestas
-¿Cómo fue crecer sin Pepe Cáceres?
Una ausencia enorme, una necesidad permanente de conectarme con él. A los 14 años sentí que mi vida se partió en dos, cuando por primera vez fui a una corrida. Me llamó mucho la atención ver al torero parado allí y me dieron ganas de estar en su lugar. Empecé entonces a investigar quién había sido mi padre, cómo había sido la vida de ese hombre del que tenía sus trofeos, fotos, espada y hasta el traje que usaba cuando lo cogió el toro y murió.
–¿Cuándo y por qué toma la decisión de contar esta historia?
Fue cuando yo tenía unos 20 años y estaba estudiando actuación en Los Ángeles. No tenía un recuerdo de él, solo podía imaginarlo a través de las historias que mi madre me contaba. Mientras estaba lejos y sentía la gran ausencia de ese hombre extraordinario al que nunca conocí, empecé a considerar honrarlo, tal vez como la única forma de llenar el vacío que me dejó, interpretándolo, reviviéndolo y encarnando sus pasiones y deseos.
-Su madre tuvo un gran papel en esta “relación” con su padre…
Mi madre siempre fue muy abierta e hizo algo muy bonito con mis hermanas y conmigo y fue engrandecer siempre la figura de mi padre. Fue una mamá que edificó la imagen de mi papá y nos habló del enorme amor y cariño que nos había tenido, en medio de las dificultades y el sufrimiento que lo acompañaron en su vida, porque fue un hombre que tuvo muchas cosas por dentro.
–En la película usted nos cuenta sobre su niñez y el camino que tuvo que andar para ser reconocido en el arte del toreo ¿Por qué eligió esa etapa de su vida?
Pasamos por muchas etapas, en principio tuvimos un guión larguísimo que contaba su vida cronológicamente y de su paso por muchos países, eso la hacía muy costosa y se quedaba en lo anecdótico, no tenía alma, ni un peso temático importante. Teníamos que elegir una etapa y nos decidimos por la de su infancia compleja y cómo logró salir de ahí hasta convertirse en una gran figura del toreo, alcanzando su sueño. La otra etapa que consideramos fueron los 30 años de éxitos profesionales, pero no tanto a nivel familiar, los hijos, las separaciones y muchas cosas que eran más difíciles de contar.
-¿Cómo describir esta película?
Como el retrato de un hombre que logró sobreponerse a los demonios de su infancia, haciendo una catarsis al enfrentarse a un animal de 500 kilos y bailar con el miedo. Es una película de superación que, por ejemplo, ha sido un trabajo psicoanalista, psicomágico, donde al investigar a mi papá, conocer sus secretos, su luz, su oscuridad y encarnarlo, me ha permitido humanizarlo y liberarme un poco de ese fantasma de la figura paterna.
Considero que mi papá hizo lo mismo a través de los toros, de alguna forma pudo exorcizar esos demonios de la infancia a través de su profesión.
-¿Llenó el vacío que Pepe Cáceres dejó en su vida?
Sí y lo más interesante es que logré poder tener confianza en mí mismo. Creo que la película me llevó a darme cuenta de que no soy “el hijo de…”, soy Sebastián Eslava, soy yo mismo y he podido hacer las paces con la sombra de mi padre.
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