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(@GN_MEXICO_)
Las “mulas” o los “burros” son utilizados por organizaciones criminales para enviar droga a Estados Unidos a través de los cruces fronterizos; sin embargo, existe otra modalidad denominada “mulas ciegas” y que convierten a las personas en narcotraficantes sin que ellos lo sepan.

Uno de los primeros casos que se popularizaron ocurrió en abril de 2015 cuando autoridades de San Diego, California, detuvieron a Angélica Urías Espinoza por transportar 12 kilogramos de metanfetamina.
Una Corte federal condenó a Angélica a siete años y seis meses de prisión a pesar de que ella y sus abogados intentaron demostrar que alguien le “sembró” la droga sin que se diera cuenta.
Según información del Departamento de Justicia de Estados Unidos, los cárteles mexicanos han echado mano por más de una década de las llamadas ”mulas ciegas”, pues en sus registros se tiene información de casos similares para traficar cocaína, marihuana y metanfetamina desde Tijuana a Tamaulipas.
Expertos en seguridad de la Universidad Estatal de San Diego alertaron a las personas que cruzan por el puerto de San Ysidro -más de un millón de autos cada mes- sobre el incremento de casos de “mulas ciegas”; por lo que les pidieron revisar sus autos, alertar a las autoridades en caso de detectar un “paquete sospechoso” que desconozcan y estar conscientes de que este delito está en incremento.

Muchas personas son contactados para cruzar dinero en efectivo a través de la frontera entre México y Estados Unidos; la ley permite a una persona cruzar hasta 10 mil dólares.
Para que el cártel esté seguro que el dinero llegará a su destino colocan un GPS en el auto que cruzará la frontera y según el testimonio de una “mula ciega” prueban que funcione dando unas vueltas por las calles de Tijuana.
El conductor no siempre acompaña a los miembros del cártel que prueban el GPS, él espera a que el auto esté listo, cruza por alguna de las garitas de Baja California o Sonora y conduce hasta que llega a Palm Boulevard donde vuelve a entregar las llaves de su auto.
La rutina era la misma hasta que la “mula ciega” escuchó algo en la cajuela de su auto y al abrirla descubrió a dos niños en su interior; desde entonces -dice- se negó a seguir cruzando la frontera.
Víctor Clark Alfaro, de la Universidad de San Diego, indicó que las “mulas ciegas” son escogidas por los cárteles por la rutina que llevan todos los días de México a Estados Unidos: cruzan a la misma hora, estacionan sus autos en el mismo lugar y lo hacen todos los días.

Policías de Tijuana, Baja California, decomisaron 24 kilogramos de metanfetamina que una persona transportaba a bordo de su auto por la colonia Reforma, en el centro de la ciudad fronteriza.
Los agentes descubrieron el cargamento escondido en la parte inferior del auto y junto a los cinco paquetes de presunto crystal se encontró un GPS.
Luego del aseguramiento las autoridades alertaron a la población pues es el tercer caso documentado en 15 días, lo que lleva a pensar que organizaciones criminales están incrementando el envío de drogas a Estados Unidos a través de “mulas ciegas”.
Conviene recordar que el pasado 30 de noviembre una mujer de la colonia Libertad encontró 30 kilogramos de metanfetamina ocultas en la llanta de refacción de su bajo su camioneta; de inmediato dio aviso a las autoridades antes de que cruzara la frontera, quienes la pusieron bajo supervisión por posibles represalias o amenazas de los criminales que colocaron la droga en su auto sin que ella lo supiera.