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Si no hubiese duda de que la sociedad se exterminará en tan solo unos meses, ¿qué harías? ¿Perseguir tus sueños? ¿Vacacionar hasta pasar a la eternidad? ¿Esperar tu destino junto a compañía de tu familia? ¿Desatar el descontrol? Carol y el fin del mundo (Carol & the End of the World), la nueva serie animada para adultos de Netflix, ofrece una introspección a estas preguntas con una mezcla única de comedia y existencialismo. Creada por Dan Guterman (Rick y Morty), la historia se contextualiza en una era que se prepara para su fin debido a la colisión con un misterioso planeta.
La protagonista, Carol Kohl (Martha Kelly), es una mujer de mediana edad, que elige mantener su rutina diaria en medio del caos apocalíptico, a diferencia de muchos que optan por el hedonismo extremo. Con el fin de no alterar su rutina, su opción es refugiarse en una oficina llamada The Distraction, un lugar donde personas como ella buscan evadir la realidad exterior.
La narrativa combina humor negro con reflexiones profundas sobre la condición humana, abordando temas como el trauma, la sociedad y las experiencias personales. Se explora el significado detrás del sentimiento de soledad de Carol, y cómo el anuncio del fin de los días afecta a las personas de maneras diferentes.
El programa también ofrece una sátira social y corporativa aguda. Por ejemplo, los padres de la protagonista, interpretados por Beth Grant y Lawrence Pressman, se transforman en nudistas y se embarcan en un aparente crucero sin retorno, dotando al show de un contrapunto humorístico. Las inclusiones secundarias, como Donna (Kimberly Hébert Gregory) y Luis (Mel Rodriguez), proporcionan momentos de camaradería junto a Carol, subrayando cómo las relaciones pueden ser una fuente de consuelo y felicidad, incluso en circunstancias extremas.
Pese a su tono ligero, la producción no ignora la gravedad de su premisa apocalíptica. Cada episodio confronta a los personajes con su mortalidad y la posibilidad de haber desperdiciado sus vidas. Este equilibrio entre humor y seriedad existencialista recuerda a otras producciones como BoJack Horseman y Big Mouth, títulos que también pertenecen a la “N” roja.
Descrita por su creador como “una carta de amor a la rutina”, los diez episodios de Carol y el fin del mundo ofrecen una mirada única a la monotonía y los rituales diarios, destacando su valor en una época donde se valora la espontaneidad sobre la estabilidad. Disponible en la plataforma de Netflix.
