Pasadas las festividades de fin de año y el primer feriado del 2025, miles de colombianos se alistan para retomar su rutina en el trabajo, que si bien es parte del día a día de quienes tienen un empleo, no es una tarea fácil después de varios días en los que las obligaciones y compromisos profesionales pasaron a un segundo plano.
Aunque para algunos esto no genera mayores contratiempos, hay quienes sufren lo que los expertos califican como el síndrome post-vacacional, un mal que puede llevar a la depresión y estrés innecesario si no se sabe controlar y en algunos casos requiere el acompañamiento de un profesional de la salud para evitar complicaciones.
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No en vano la Organización Mundial de la Salud (OMS), detalla en sus cifras que la depresión laboral produce pérdidas en productividad hasta por US$1 billón cada año y advierte que es una enfermedad que aumenta cerca de un 20% con el ingreso al trabajo luego de las vacaciones de diciembre y principio de año.
Así mismo, académicos de Psicología de la Universidad de San Buenaventura, sostienen que volver madrugar, cumplir un horario y regresar a la rutina puede causar cambios bruscos en el estado de ánimo de las personas que incrementan la depresión (35 %), la ansiedad (25 %), el estrés (22 %) y el agotamiento mental (18 %).
Estrés laboral.
Edwin Oliveros, profesor de esta universidad, advierte que este no es un tema menor, ya que actualmente el 15% de los adultos en edad de trabajar padecen algún trastorno mental, según la OMS, mientras que el Instituto Nacional de Salud (INS) en Colombia, advierte que actualmente, entre 1,5 y 3 millones de personas laboran mientras viven con esta dificultad.
“A estos síntomas se les conoce como el Síndrome Postvacacional, que genera una sensación de cansancio extremo o malestar al regresar al trabajo. Este fenómeno puede tener un impacto no sólo físico, sino también emocional, que se manifiesta en una constante desmotivación, permanente mal genio y persistente irritabilidad. Sin embargo, estas emociones tienden a disminuir progresivamente a medida que las personas se reincorporan a su rutina diaria”, dijo el docente.
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Siete consejos
Con base en todo lo mencionado, el profesor Oliveros dijo que hay siete recomendaciones que se pueden seguir para que este mal no se convierta en una pesadilla, las cuales van desde la gestión de las emociones hasta la búsqueda de un mayor bienestar.
“En primer lugar, se debe hacer una planeación clara para volver a la oficina. Para esto se aconseja escribir en una hoja o agenda las tareas de las primeras semanas, igualmente organizar el tiempo y las actividades para hacer mucho más efectivo el retorno y tener un mejor control sobre el mismo”, explicó.
También es necesario establecer metas a corto, mediano y largo plazo, teniendo en cuenta que la motivación es lo que más ayuda a orientar sus comportamientos y actitudes. Así mismo, se recomienda no dejar de lado los espacios de ocio en familia, pareja y amigos, mediante actividades, como ir al cine, al teatro, a un museo o pasear por un centro comercial, entre otras, para no sentir que se regresó a la monotonía.
“Para evitar el síndrome también se puede manejar un enfoque reflexivo y positivo en el que se agradezca y se sienta satisfecho por las experiencias que tuvo durante las vacaciones, eso le ayudará a contrarrestar las emociones negativas relacionadas con el retorno a la oficina”, dijo el docente de la Universidad San Buenaventura.
Vacaciones
Otro consejo de este experto es mantener un ambiente agradable y organizado en el lugar de trabajo, decorando, ambientando y organizando el espacio de forma tal que mejore la motivación y salud emocional. Esto se puede acompañar de un fortalecimiento de las relaciones interpersonales en el trabajo para que sean más cordiales y empáticas.
“Recuerde tratar al otro como le gustaría que lo trataran a usted, así podrá generar un mejor entorno laboral. Lleve su atención a lo que es valioso e interesante de su empleo, esto lo mantendrá motivado en los momentos difíciles”, insiste el profesor.
Por último, entre las claves para detectar que se tiene este mal, Edwin Oliveros indicó que aspectos como tener menos motivación ante cosas que naturalmente gustan del trabajo, presentar cambios bruscos en las rutinas de sueño, dormir menos o más de lo habitual y no sentir hambre o no disfrutar de los alimentos, también son señales a las que hay que prestarles atención.
