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Inflación y salarios no están reduciendo la cantidad, pero sí la calidad del empleo

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Uno de los debates y análisis recurrentes de las empresas siempre que arranca un año, es cómo ajustarán su producción y mano de obra para sortear la inflación y los ajustes salariales, dos fenómenos que si bien no son un riesgo para su permanencia, sí generan fuertes presiones fiscales y obligan a una constante evolución para mantenerse a flote en un mercado altamente competitivo.

Este es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años, luego de que la crisis inflacionaria que vivió el país después de la pandemia llevara a que tres de los últimos cuatro aumentos salariales fueran a doble dígito y a que desde 2022 a la fecha, el ingreso de los trabajadores muestre un crecimiento de más del 40%, al pasar de $1 millón en ese entonces, a $1,4 millones en la actualidad, sin contar los beneficios parafiscales.

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Cabe resaltar que si bien hay un rango salarial mínimo, que queda en la mente de la ciudadanía, que en este momento es de $1.423.000, contando el subsidio de transporte, el costo de un trabajador formal para las empresas es mucho mayor, dado que con los aportes a salud, pensión y riesgos laborales; este rubro podría subir hasta los $2,2 millones, según el riesgo de la labor que se deba desarrollar.

Debido a esto, una de las alertas que se lanza siempre que se negocia el salario mínimo es que un aumento desmedido podría influir en la generación de empleo formal y por ende, en un posible crecimiento de la informalidad, argumentando que muchas empresas deben salir de su mano de obra para sortear los costos de mano de obra y producción, especialmente en un contexto en el que el costo de vida no da tregua.

Empleo

Empleo 2025

Fuente: IStock

Cambios de mercado

Un reciente informe del Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado, se dio a la tarea de revisar el impacto que han tenido los recientes aumentos del salario mínimo en el mercado laboral y cómo se han adaptado las empresas para sortear estos cambios y encontró que la teoría de los despidos masivos no es tan cierta como se argumenta.

La investigación realizada por Stefano Farné y Andrés Escobar, quienes hacen parte del Observatorio, resalta inicialmente que en Colombia, en los años 2021 y 2022 el salario mínimo aumentó el 3,5% y 10,1%, pero la inflación lo hizo a una tasa mayor, de 5,6% y 13,1%, provocando una importante contracción de su valor real.

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“En los años sucesivos, entonces, había margen para aumentar el poder adquisitivo del mismo, incrementando su valor por encima de la inflación causada y de la productividad del año anterior sin provocar impactos negativos sobre el empleo. Esto fue lo que pasó en 2023 y 2024 cuando el salario mínimo aumentó en 16% y 12,1%, respectivamente”, acotaron.

Ahora bien, revisando los cambios con detalles, agregan que para el año 2025, en vista de que las posiciones de los representantes de los empresarios y de los trabajadores fueron irremediablemente distantes y no hubo acuerdo, el Gobierno nacional fijó el incremento del salario mínimo en 9,5%, valor nuevamente que para ellos fue “muy superior” a la suma de la los cálculos de inflación y productividad.

“En los últimos años el salario mínimo nominal aumentó a tasas históricamente altas que no se registraban desde finales del siglo pasado: 10,1% en 2022, 16% en 2023, 12,1% en 2024 y 9,5% en 2025”, reportaron inicialmente.

Salario mínimo

Salario mínimo

iStock

Adaptación al aumento

Con todos los datos ya mencionados sobre la mesa, estos analistas se dieron a la tarea de revisar cómo las empresas han modificado sus nóminas para equiparar las cargas salariales y encontraron que más allá de reducir sus nóminas, la tendencia predominante apunta a un cambio de personal que traiga mano de obra más económica.

“Una de las acciones adoptadas fue la de conceder aumentos de sueldos diferenciados a sus empleados y a los trabajadores con una remuneración igual a un salario mínimo se le aumentó el porcentaje establecido en el decreto anual del Gobierno nacional, pero a los trabajadores con salarios superiores a un salario mínimo (pero inferiores a 10) se les concedieron aumentos inferiores”, explicaron.

Todo esto, según ellos, con el fin de generar un deslizamiento de trabajadores hacia remuneraciones iguales al salario mínimo, que permita un alivio en las cargas fiscales que exige la mano de obra formal.

“En 2022 el salario mínimo aumentó en 10,1% pero el salario promedio de los trabajadores formales de empresas del sector privado creció solo 8,9%. Y así sucesivamente: en 2023 el primero aumentó en 16%, mientras que el segundo lo hizo en 13,8% y en 2024 la diferencia fue aún mayor, 12,1% vs 6,5%”, destacaron.

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Empleos perdidos

Este informe del Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado también revisó los ajustes por el lado de los puestos de trabajo y señaló que las cifras muestran un incremento de la participación de los trabajadores que devengan solamente un salario mínimo.

“Esta población pasó del 30,8% de la nómina de personal en 2021 a 37,5% en 2024, mientras que se observa una contracción del porcentaje de trabajadores que ganan más de un salario mínimo y menos de 10, dado que pasó del 67% en 2021 a 58,1% en 2024”, informaron los analistas.

Para el profesor Stefano Farné, no hay que pasar por alto que durante los últimos años, el empleo asalariado formal en las empresas del sector privado ha variado a tasas interanuales decrecientes, pero siempre satisfactorias, comparadas con el crecimiento de la potencial oferta de trabajo representada por la población en edad de trabajar.

Informalidad

Informalidad,

“En particular, en el año 2022 el empleo asalariado formal creció el 10,3%, en 2023 el 6,4% y en 2024 el 2,5%, frente a una PET que aumentó al 1,4% y 1,5% anual. Así que, el modesto comportamiento del mercado laboral colombiano en el año 2024 no es imputable a la evolución del empleo asalariado en las empresas privadas, sino que se justifica por la decepcionante evolución del empleo público y de los trabajadores por cuenta propia”, indicó.

De cara a lo que vendrá para este año, los analistas cerraron diciendo que es muy probable que, frente al notable aumento del salario mínimo decretado por el Gobierno, las empresas sigan aplicando su política de incrementos salariales diferenciados y decrecientes con el nivel de ingresos de sus empleados y que dadas las expectativas de inflación a la baja para el año en curso, es muy probable que esta tendencia se profundice.

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