Factores como el Covid-19, que las familias actuales decidan no tener tantos hijos como hace algunas décadas, el acceso a métodos anticonceptivos o la preferencia de las mascotas como integrantes de la familia; son algunos de los factores que en la actualidad están generando una reducción acelerada de los nacimientos en Colombia.
Debido a esto, cuando se habla de los retos que tiene el país en los próximos años, uno de los que primero se viene a la mente de los expertos es el envejecimiento de la población, que también se ha visto favorecido también por el aumento en la expectativa de vida de las personas y los cambios que esto generará en la estructura social.
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La posibilidad de que se altere el funcionamiento del sistema pensional, que recientemente fue reformado, que el país pierda competitividad o que en futuro pueda hacer falta mano de obra calificada en las diversas ramas de la economía, son elementos que constantemente están revisando los analistas, para saber qué camino tomar.
No en vano se ha dicho recientemente que la recomposición etaria en Colombia se ha caracterizado por un envejecimiento acelerado de la población, a tal punto que se estima que la población mayor de 60 años representará el 25,9% del total, mientras que la proporción de jóvenes entre 0 y 14 años disminuirá al 14,8%.
Así mismo, un reciente informe de la Universidad de los Andes se dio a la tarea de revisar este fenómeno, partiendo de los datos más recientes, según los cuales, la tasa global de fecundidad ha caído de 4,3 hijos por mujer en la década de 1980 a menos de 1,7 en la actualidad, por debajo del umbral de reemplazo generacional de 2,1 hijos por mujer.
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¿Qué cambiará?
Un reciente análisis de Mauricio Hernández-Monsalve, economista senior del BBVA Research, se dio a la tarea de revisar los aspectos de la economía y las dinámicas sociales que están en riesgo de cambiar por culpa de este envejecimiento y encontró que el país debe prepararse para transiciones desde lo laboral, hasta lo educativo.
“Colombia atraviesa una transformación demográfica profunda: la tasa de natalidad ha disminuido notablemente, mientras que la esperanza de vida ha aumentado de manera gradual pero significativa. Este fenómeno ha reducido el número de niños y aumentado la población de adultos mayores”, destacó.
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Ahora bien, para este investigador, los cambios que se esperan en la estructura poblacional tienen implicaciones directas en diversos sectores económicos, comenzando por una menor demanda de instituciones educativas en las etapas tempranas, como jardines infantiles y escuelas primarias.
“Por otro lado, la población en edad laboral sigue creciendo, impulsada por el efecto rezagado del auge demográfico del pasado, lo que sostiene la demanda de programas de posgrado, mientras que la de pregrados podría desacelerarse”, agregaron desde el BBVA.
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Mauricio Hernández también indicó que el envejecimiento poblacional incrementará la necesidad de servicios especializados para la tercera edad, razón por la cual, la demanda de cuidados de largo plazo, servicios de salud geriátrica y programas de envejecimiento activo está en aumento y seguirá creciendo.
“Más allá de la educación y la salud, otros sectores también deberán adaptarse. El mercado laboral enfrentará una transformación: la menor disponibilidad de trabajadores jóvenes acelerará la automatización y modificará el perfil de habilidades requeridas. Al mismo tiempo, crecerá la necesidad de políticas que fomenten la participación laboral de los adultos mayores”, destacó.
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Cambios financieros
En lo que respecta al sector financiero, este economista agregó que la demanda de productos pensionales y de inversión orientados al retiro aumentará, con efectos en el ahorro, la oferta de seguros y la estructura del crédito.
“El sector inmobiliario también experimentará cambios, con una mayor demanda de viviendas accesibles y diseños funcionales para adultos mayores. En el comercio, el consumo de bienes y servicios evolucionará hacia productos relacionados con el bienestar, el turismo adaptado y el entretenimiento para esta población”, resaltó.
El análisis del BBVA Research cerró advirtiendo que la transición demográfica en Colombia ya está en marcha y redefinirá los sectores económicos en las próximas décadas, por lo que la pregunta es si las empresas y los mercados están preparados para atender a una población que envejece, con necesidades distintas y una creciente influencia en la economía.
