Ingratamente sorprendidos quedaron en el Ministerio del Trabajo, luego de que ocho congresistas de la Comisión Séptima radicaran una ponencia negativa que dejó en el limbo a la reforma laboral, después de que se esperaba que gracias a las audiencias públicas que se realizaron durante los últimos meses, el ambiente conciliador se mantuviera.
Si bien hasta el momento sólo se han radicado las ponencias y no se tiene una fecha de debate en firme, al interior del Gobierno ya se da por descontado que la propuesta de archivo se tomará como base para evitar que la reforma llegue a la plenaria del Senado y se dé el respectivo debate y sea allí que se defina su suerte.
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Ante esto, el mismo presidente Gustavo Petro, además de convocar la gente a las calles, anunció que moverá sus reformas sociales por medio de una consulta popular, frente a la que no dio más detalles, pero dejó claro que es el camino que le dejó el Legislativo, ante las talanqueras que le han puesto a sus iniciativas.
¿Qué viene?
Ante todo lo que está sucediendo, Portafolio conversó con el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, quien manifestó que pese a este revés, mantienen abiertos los canales de comunicación, a la espera de generar consensos y solucionar las diferencias que se han visto hasta el momento.
“Yo esperaría, sigo todavía esperando a que algunos de esos senadores y senadoras que incluso habían prometido radicar ponencias alternativas, como sí lo hizo la senadora Norma Hurtado, pudieran repensar la decisión de su firma de la ponencia de archivo y pudieran permitirnos con ponencias alternativas, que haya un debate democrático”, explicó.
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo.
Cortesía – A.P.I.
El jefe de la cartera laboral insistió en que esta es una reforma necesaria y urgente para la sociedad colombiana, especialmente para más de 22 millones de colombianos, que constituyen la fuerza laboral del país; por lo que no entiende las movidas de esta semana en la Comisión Séptima, cuando ya habían acuerdos previos.
“Siempre hemos estado abiertos al diálogo y a la concertación, y vamos a mantener esa posición, pero si esos ocho senadores siguen tercamente insistiendo en una posición que genera un bloqueo institucional, pues la Constitución Nacional nos permite acudir a la democracia participativa y a los ciudadanos, que son los depositarios del poder, que nos los delegan temporalmente a ellos, los congresistas, y a nosotros”, acotó.
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Para Antonio Sanguino, el haber sido elegidos por el pueblo “no es un cheque en blanco para qué actúen de espaldas a la gente y a la ciudadanía”, con lo cual, si bien quieren conversar, indicaron que ya están avanzando en otras alternativas que les da la legislación nacional para cumplir con las promesas de gobierno.
Respecto a los reproches del presidente del Congreso, Efraín Cepeda, sobre que una consulta vulnera la autonomía legislativa, el Ministro de Trabajo le sugirió dejar la paranoia, argumentando que “que la democracia no es ninguna amenaza, a no ser que él sienta que la democracia sea una amenaza. Y eso sí es paranoia pura”.
Comisión Séptima del Senado
Milton Díaz / Portafolio
¿Cómo sería la consulta?
Portafolio también conversó con el ministro Sanguino sobre el diseño que tendría la consulta popular y este funcionario partió de la claridad de que la ley impide someter a votación la reforma en su totalidad, por lo que se formularán preguntas específicas frente a las que los colombianos decidirán.
“Entonces, por ejemplo, este es solo un ejemplo. ¿Está de acuerdo usted, sí o no, con la jornada laboral de seis de la mañana a siete de la noche y con el pago de recargos por horas extras, dominicales y festivos? ¿Sí o no?”, indicó el Ministro de Trabajo.
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Sanguino también contó que el trámite de la consulta inicia con la solicitud del presidente ante la plenaria del Senado, que tendrá un mes para pronunciarse y en caso de recibir el aval, el mandatario contará con tres meses adicionales para convocar a la gente a las urnas para que decidan la suerte de las reformas sociales.
“O sea, la consulta se haría en los tres meses siguientes. O sea, que estamos hablando de un escenario de cuatro meses. De tal suerte que esta consulta podría votarse a mediados de año o en el segundo semestre de este año”, manifestó.
En el Gobierno son conscientes de que esta consulta se suma a otras iniciativas pendientes que tienen en el Congreso de la República y que podría generar presión en los tiempos legislativos. No obstante, fueron claros en que estas iniciativas tienen prioridad, razón por la cual deben recibir celeridad en Senado y Cámara.
