El Centro de Estudios Económicos Anif reveló este jueves -11 de julio- su informe trimestral del mercado laboral en Colombia, donde presenta los retos que mantiene el país en este aspecto por culpa de la desaceleración económica y advierte que no se volverá a ver pronto una cifra de desocupación de un sólo dígito mientras no se reactiven los sectores productivos que llevan más de un año con motores apagados.
Haciendo un primer balance de lo sucedido, el informe arranca diciendo que hay una tendencia de mejora en el mercado laboral, si se tiene en cuenta que con corte mayo de 2024, la tasa de desempleo (TD) fue del 10,3%, disminuyendo 0,2pp respecto a mayo de 2023, mientras que la tasa general de participación (TGP) aumentó a 64,1%, y la tasa de ocupación (TO) subió a 57,5%.
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Jaime Moreno / EL TIEMPO
“Lo anterior quiere decir que, a comparación de lo ocurrido en los primeros cuatro meses del año, más personas están participando del mercado laboral y más personas se ocuparon en este periodo. Respecto a la tasa de desempleo desestacionalizada, la cifra se ubicó en 10,3%, disminuyendo 0,2pp frente a abril de 2024”, explicaron.
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Otro de los puntos analizados fue la brecha de género, en el cual se advierte que la tasa de mujeres sin trabajo se ubicó en 12,1% y la de los hombres en 9,0%, lo que resulta en una diferencia de 3,1 puntos porcentuales. Esto se traduce en una reducción en la brecha de 1,7 puntos respecto de mayo de 2023.
En este sentido aclara que “aunque este resultado podría interpretarse positivamente, esta reducción se debe a una disminución en la tasa de desempleo femenina que no fue guiada por un aumento en la ocupación, sino por la salida de una gran cantidad”.
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Tal y como se ha venido advirtiendo durante los últimos meses, Anif destaca que si bien el mercado laboral ha mostrado resiliencia en los últimos reportes, hay un impacto claro del lento crecimiento que ha caracterizado a la economía durante el 2024, puesto que la mayoría de empleos perdidos se han dado en aquellos espacios con decrecimiento.
“Las ramas que más contribuyeron a la contracción del nivel de ocupados fueron: el comercio (-137 mil), el transporte (-63 mil) y las financieras (-55 mil). En ese sentido, continua la alerta sobre el comercio pues emplea a un tercio de los ocupados del país. Esta nueva contracción en sus niveles de empleo puede reflejar una caída en su desempeño económico, lo que no augura un buen panorama en el futuro para el sector”, agregaron.
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En contraste destacan que las ramas que presentaron mayor crecimiento fueron las actividades artísticas y de entretenimiento (+231 mil), la construcción (+ 160 mil) y el alojamiento y servicios de comida (+139 mil) y concluye que “lo anterior supone una buena noticia, ya que la construcción es uno de los sectores clave que jalona el crecimiento de la economía”.
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Haciendo zoom a la industria, que ha sido una de las ramas productivas que no logra despegar en este año, sostienen que “aunque tuvo una excelente recuperación en el periodo post pandemia, durante 2023 y lo que va de 2024 se han registrado reducciones considerables en el empleo, especialmente en abril, mientras que para ellos el comercio muestra una situación ligeramente diferente”.
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“Con este panorama, desde Anif pronosticamos que para el 2024, la Tasa de Desocupación promedio cerrará en 10,9% y que en el 2025 será de 10,6%. Lo anterior implica una mejora relativa del mercado laboral conforme avanza el año, teniendo en cuenta que solo hasta mayo se acumula una tasa de 11,3%”, resaltaron en el informe.
De esta manera, además de las proyecciones, estos expertos sostienen que los niveles de empleo se han mantenido gracias a ramas de actividad que tradicionalmente no suelen tener una gran estabilidad laboral, por lo que se depara un panorama retador para lo que resta del 2024, ya que si la desaceleración no para, será difícil crear empleo de calidad.
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Teniendo en cuenta que no todos los grupos poblaciones se integran al mercado de la misma forma, el centro de estudios Anif segmentó las tasas de ocupación y desocupación en rangos de edades, encontrando que los jóvenes son los más afectados, especialmente aquellos que está en búsqueda de una primera oportunidad para trabajar.
“El desempleo de los jóvenes se ubicó en 19,9%, mientras que para los no jóvenes (personas mayores a 28 años) fue del 9,3%, lo que evidencia una significativa brecha de 10,7 puntos porcentuales entre ambos grupos etarios, generando una brecha que ha sido consistentemente elevada a lo largo del tiempo”, indicaron.
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Por otra parte, reportaron que “entre el 2010 y el 2015 hubo una reducción en la brecha,dada la disminución en la tasa de desocupación de los jóvenes. No obstante, a partir de este año y tras la pandemia, se ha observado un aumento en la brecha, impulsado por un alza en la tasa de las personas entre 18 y 28 años”.
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Con base en lo anterior, los analistas a cargo del informe sostienen que es necesario revisar con detenimiento las causas de este suceso, comenzando por las características del empleo joven, las necesidades del mercado y la creación de estrategias que permitan integrar estos dos factores de cara al futuro.
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“Es necesario pensar en mecanismos para reducir el desempleo juvenil, sobre todo en aquellas regiones que necesitan de un mayor impulso económico, que coinciden con las de mayores tasas de desempleo. Dentro de estos mecanismos se deben incluir la educación y capacitación alineada con la demanda del mercado, la obtención de niveles de formación relevantes, como certificaciones, la promoción de iniciativas de emprendimiento juvenil, y la creación de programas de mentoría”, indicaron.
Estos expertos cerraron diciendo que para facilitar la transición hacia nuevos empleos se recomienda llevar a cabo programas de reskilling y upskilling, que les permite a los trabajadores aprender nuevas habilidades para cambiar de roles dentro de una industria, o perfeccionar las habilidades existentes para mejorar su desempeño actual o adquirir mayores responsabilidades.
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“Por ejemplo, un asesor comercial que pueda convertirse en especialista en comercio electrónico, y logre manejar estrategias de e-commerce y marketing digital; o un auxiliar que pueda aprender metodologías de gestión o coordinación de proyectos, y pueda asumir más responsabilidades”, concluyó.
