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La decisión de instalarse en España de miles de colombianos, venezolanos y ucranianos compensa la crisis demográfica en España.
Centro de acogida de refugiados en Madrid.
Según la Estadística de Migraciones y Cifras de Población del primer semestre de 2002 que ha publicado este viernes (18.11.2022) el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población residente en España aumentó en 182.141 personas en ese período lo que situó el numero total de habitantes en 47.615.034 (el valor máximo de la serie histórica) debido, fundamentalmente, a la llegada de inmigrantes.
Entre enero y junio de 2022, el número de extranjeros creció en 172.456 (un 3,1 %) hasta los 5.579.947, con lo que suponen el 11,7 % de quienes habitan en España.
De esas 172.456 personas, 60.142 (un 19,1 % más) llegaron desde Colombia, 48.396 lo hicieron desde Ucrania (45,8 % más) y 31.703, desde Venezuela (14,4 % más).
El aumento de población residente en España del primer semestre es resultado de un saldo migratorio positivo de 258.547 personas, es decir, que hubo 478.990 inmigraciones procedentes del extranjero y 220.443 emigraciones con destino al extranjero.
Ese saldo migratorio positivo, advierte Estadística, fue mucho mayor al del primer semestre de 2021 y mantienen la tendencia creciente observada hasta 2019, que se vio afectada en 2020 y 2021 por la COVID-19.
Y resultó suficiente para compensar el saldo vegetativo negativo de 75.409 habitantes (158.816 nacimientos frente a 234.225 defunciones).
Aunque en menor medida, también aumentó la población de nacionalidad española en 9.685 personas. Esta evolución fue resultado de un saldo vegetativo negativo (de 95.422 personas), unido a un saldo migratorio positivo pero casi nulo (241 personas) y a las adquisiciones de nacionalidad española (105.639 ).
Si solo se contabiliza a los españoles nacidos en España, el primer semeestre de este año la población se redujo en 71.257 personas.
(EFE).
La apertura se realizará a partir del 1 de enero dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien además comentó que, junto al su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, preparan todo para cumplir el acuerdo.
La Iglesia participará en la mesa de diálogo, a la que también se invitará a Estados Unidos y a otros países, entre ellos Alemania, España y Suiza, como “acompañantes del proceso”, o a Chile y México, como “garantes”.
La mesa tiene programado retornar a la negociación en el primer trimestre de 2023 en México y está pendiente de la posible incorporación de EE. UU. al proceso.
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