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Madrid, 27 oct (EFE).- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 15 años y medio de cárcel al acusado de asesinar a un hombre, que era el padrastro de un amigo, en la puerta de un bar del distrito de San Blas-Canillejas, al considerar probado que se trató de un asesinato premeditado en el que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse.
La sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia madrileña ha seguido el criterio del jurado popular del caso y ha condenado a Marco M.F. por asesinato a 15 años y medio de prisión y a indemnizar a los familiares de David L.B. con 350.000 euros. No se aprecia ninguna de las atenuantes solicitadas por la defensa.
La sala considera probado, como concluyó el jurado, que el acusado “acometió a la víctima de forma sorpresiva, inopinada, de manera que no pudo evitar el ataque, ni por consiguiente defenderse”, dice la sentencia, que añade que “la víctima estaba contendiendo o interactuando de alguna manera con un menor que le había provocado, pero no con el acusado”.
La sentencia establece que sobre los hechos probados no hay controversia, máxime cuando los reconoció el propio acusado, y detalla que el 9 de noviembre de 2021 el procesado acudió a las inmediaciones del bar Bodega Poveda, en la calle de Circe, junto a un menor que conocía y otros jóvenes.
El menor entró en el bar y “propinó un manotazo a David (su padrastro) para provocar que le siguiera a la calle, donde estaban Marco y sus amigos”, en un plan premeditado entre el menor y el acusado.
Ahí comenzó un enfrentamiento entre ambos (el menor y su padrastro), durante el cual el acusado, Marco, sacó un cuchillo y apuñaló dos veces a David causándole unas heridas que le provocaron la muerte dos días después en el hospital.
La sentencia detalla que el agresor y la víctima no se conocían, que David no provocó a Marco y que durante el proceso el acusado ha pedido perdón a la familia del asesinado.
Y descarta, como dijo el jurado, que Marco sufriera una perturbación mental, ni que actuara para defender a un menor que estaba en situación de inferioridad.
Durante el juicio, el acusado reconoció que apuñaló a la víctima, que era el padrastro de un amigo, pero que lo hizo en legítima defensa para evitar que el fallecido matase a un amigo suyo durante una pelea.
Tras conocerse el veredicto del jurado el pasado 6 de octubre, la Fiscalía, que inicialmente pedía que el acusado fuese condenado a 12 años y medio de prisión por un delito de homicidio, elevó su petición a 17 años y medio.
El letrado de la acusación particular, Jaime Sanz de Bremond, solicitó que sea condenado a 20 años de prisión, mientras que la abogada de la defensa, quien inicialmente alegó que se trataba de un delito de lesiones y que la muerte fue causada por una asistencia médica negligente, aceptó una pena de 15 años, el mínimo legal por un delito de asesinato. EFE
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