‘Colombia migrante’, un espacio para recordar y escuchar a quienes debieron abandonar el país por causa de la violencia.
El festival contará con una selección oficial de 28 producciones que hablan, desde diversas perspectivas, acerca del exilio y la migración forzada.
“El Festival de Cine Colombia Migrante es una iniciativa organizada y gestionada por organizaciones víctimas en el exilio”, expresó María Paula Herrera, integrante del equipo del festival Cine Colombia Migrante.
La mayoría de las películas pertenecen a circuitos de cine independiente a modo de relato, mientras que otras se realizaron en colaboración con la Comisión de la Verdad.
Estas producciones serán de acceso libre, con la proyección en la Casa de la Paz y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Además, también se tendrán proyecciones en ciudades como Buenos Aires, Santiago de Chile, Quito y Ciudad de México.
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Nació en Hamburgo, Alemania, el 7 de mayo de 1833. Falleció en Viena, Austria, el 3 de abril de 1897.
Su padre era contrabajista y su madre costurera. Siendo muy joven, Brahms se ganaba la vida tocando piano en algunas tabernas en el muelle, pero gracias a su talento logró estudiar con el renombrado profesor y compositor Eduard Marxsen. En 1853 se dió a conocer como pianista y compositor durante una gira que realizó por Europa junto al violinista húngaro Eduard Reményi, quien le mostró la música popular de su país. Ese repertorio alimentó muchas de las composiciones de Brahms, entre ellas sus famosas Danzas húngaras. Gran parte de su vida la pasó en Viena, donde presentaba sus composiciones, muchas veces interpretadas por él mismo. También allí fue director de la Sociedad de Amigos de la Música y logró que la orquesta de la institución alcanzara un nivel profesional. Su obra parte de un profundo conocimiento de la historia de la música.
Defendía la tradición con vehemencia, lo que le generó algunos desencuentros ideológicos con Franz Liszt. Veneraba a Beethoven hasta el punto de sentir que después de él no se podía componer nada que valiera la pena. En parte por esa razón y en parte por su exacerbado perfeccionismo, le tomaba mucho tiempo -años incluso- terminar cada obra. A pesar de eso, su expresión, profundamente conmovedora, es uno de los más excelsos ejemplo del romanticismo, tanto en las grandes formas orquestales o sinfónico corales, como en las formas más íntimas de la música de cámara o de las piezas para piano. Exceptuando la ópera, Brahms compuso en todos los géneros y la mayoría de sus obras se interpretan con frecuencia hasta el día de hoy. Fue amigo cercano de Robert y Clara Schumann, a quienes conoció gracias a su amigo, el violinista Joseph Joachim. Schumann supo ver el potencial del joven compositor y escribió un artículo en su revista musical en el que le vaticinaba un glorioso futuro. Tras la muerte de Schumann, Brahms y Clara mantuvieron una cercana amistad.
Nació en Leipzig, Alemania, el 13 de septiembre de 1819 y falleció en Frankfurt am Main el 20 de mayo de 1896.
Fue una de las más destacadas intérpretes del periodo romántico. Estudió piano con su padre, quien era un reconocido profesor. También bajo la supervisión de su padre, su educación incluyó religión, idiomas, violín, teoría, armonía, orquestación contrapunto, fuga y composición con los mejores maestros de Leipzig, Dresde y Berlín. Fue una niña prodigio. Tocó a los nueve años en la Gewandhaus de Leipzig. A los 11 años hizo su debut en solitario. A los 12 tocó en París y a los 18 ya cautivaba al público de Viena. Personajes como Goethe, Paganini, Louis Spohr y jóvenes músicos como Chopin, Liszt y Mendelssohn expresaron la gran admiración que sentían por la pianista.
A pesar de la fuerte oposición de su padre, en 1840 -un día antes de cumplir 21 años- se casó con Robert Schumann cuando él era casi un desconocido y ella una celebridad. La pareja vivió en Leipzig, Dresde y Düsseldorf y tuvo ocho hijos. A pesar de su complicada vida cotidiana, Clara no abandonó su carrera. No fue nada fácil lidiar con la enfermedad mental de su esposo, quien se fue agravando con los años y murió, internado en un asilo en 1856.
Clara desempeñó una brillante carrera por más de 60 años. Como pianista fue, sin duda, una de las más grandes de su tiempo, al lado de Liszt, Thalberg y Rubinstein. Ya desde niña, en una época de virtuosos, llamó la atención, no solo por una técnica magistral, sino por su profunda sensibilidad, así como por su respeto a las indicaciones del compositor. El repertorio que escogía supuso una importante evolución del recital para piano. Además de promover las obras de Schumann y Brahms, introdujo también a compositores como Bach, Scarlatti y Chopin, entre otros, que no se escuchaban hasta entonces. También como intérprete ejerció una importante influencia en Schumann y Brahms como creadores. La correspondencia existente muestra la incisiva crítica que hacía de las obras de los dos compositores. Brahms respetaba su criterio y siguió muy de cerca sus recomendaciones.
Como compositora, logró crear una obra no muy abundante pero delicada y exquisita y de una particular sensibilidad que comprende un concierto para piano, piezas para piano, obras de cámara y canciones. Todas sus composiciones fueron muy bien recibidas y admiradas en su tiempo.
Después de la muerte de su esposo, Clara, quien tenía 37 años, decidió dedicar su vida a la memoria y a la música de su esposo. No sólo la interpretó sino que la editó y catalogó con la ayuda de Johannes Brahms y otros amigos. También transcribió y arregló muchas de sus obras vocales y para piano. En 1878, Clara fue nombrada profesora principal de piano del Conservatorio Superior de Frankfurt, donde su reputación atrajo a innumerables alumnos.
Nació en Zwickau, Sajonia, al sudeste de Alemania el 8 de junio de 1810; falleció en Bonn, el 29 de julio de 1856.
Es indudablemente una figura central del romanticismo alemán. Era hijo de un librero, quien le transmitió el amor por la literatura, un interés que mantuvo toda su vida y se percibe en su obra musical. Pero él mismo escribía; no sólo sus diarios de adolescencia nos muestran el pensamiento de su época, sino que la revista que fundó, titulada Neue Zeitschrift für Musik, es un soberbio testimonio de lo que sucedía en materia de música en su momento. En la publicación llamó la atención sobre el joven Brahms, quien se convertiría en un amigo muy cercano, y predijo su éxito arrollador.
Aunque desde niño mostró talento para la música, siguiendo los deseos de su madre, empezó a estudiar leyes en Leipzig. Allí, con la oferta cultural de la ciudad, pronto su vocación por la música se impuso. Su sueño era ser pianista y empezó a estudiar con el famoso profesor Friedrich Wieck, pero problemas físicos en sus manos le impidieron continuar con el instrumento y se dedicó entonces a la composición. En casa de Wieck conoció a Clara, la hija del profesor, nueve años menor que él, con quien tuvo una historia de amor digna del romanticismo. El padre de Clara se opuso a la boda y los enamorados tuvieron que llegar hasta instancias legales para poder casarse. Clara fue su mayor apoyo en la vida, fue quien inspiró muchas de sus piezas, lo alentó en su creatividad, estrenó muchas de sus obras y después de la muerte del compositor se dedicó a divulgar su legado artístico.
Cuando estaba saludable y motivado podía componer una sinfonía en pocos días, pero sufría de una condición mental que lo sumía en depresiones profundas. En esas etapas le era muy difícil componer, pero lo hacía aunque se tardara mucho tiempo. En medio de un ataque depresivo, intentó suicidarse lanzándose al río Rin, motivo por el que tuvo que ser internado en un sanatorio cerca de la ciudad de Bonn. Allí su enfermedad avanzó y dos años más tarde, en 1856, murió a los 46 años de edad.
Sus composiciones se caracterizan por una expresión libre que no sigue las formas preestablecidas sino que las adapta a su sentimiento. Su repertorio cuenta con ópera, sinfonías, música de cámara, música coral, repertorio para piano -que incluye preciosas colecciones de miniaturas como Escenas de niños o Mariposas, y ciclos de Lieder (canciones) como Amor y vida de mujer o Amor de poeta.
Nació el 31 de enero de 1797 en Viena, Austria, y murió en la misma ciudad el 19 de noviembre de 1828.
Contemporáneo de Beethoven, en su corta vida Schubert logró crear uno de los legados musicales más importantes de la historia. Su obra constituye la transición entre el estilo clásico y el romántico. Como no pertenecía a una familia de músicos profesionales, inicialmente sus intenciones no eran las de convertirse en un virtuoso, pero la música sí estaba muy presente en su familia. Su padre era maestro de escuela y quería para su hijo el mismo futuro, pero fue él quien también le enseñó a tocar el violín y siendo un niño todavía, Franz se unió al cuarteto familiar. Su desbordante talento se hizo evidente muy pronto. Cuando tenía 11 años pasó una exigente audición para ingresar el coro de la Capilla Real e Imperial, cuyo maestro de capilla era Antonio Salieri. Esto le aseguró también su educación en la prestigiosa escuela Stadkonvikt, en cuya orquesta se desempeñó como violinista.
Después estudió para ser maestro como su padre, pero pronto renunció a su empleo para dedicarse exclusivamente a la música. Fuera de la casa paterna vivió principalmente de la generosidad de sus amigos. Era un hombre tímido y reservado que nunca ocupó un puesto en el ámbito musical de su ciudad ni contó tampoco con mecenas alguno, pero con sus amigos era creativo, divertido y disfrutaba mucho del vino y de las fiestas. Sus amistades le animaban a mostrar sus composiciones en reuniones organizadas en casas privadas, veladas que se hicieron famosas y eran reconocidas con el apodo de Schubertiadas.
Una infección sifilítica lo aquejó desde muy joven y fue la causa de su prematura muerte a los 31 años. Sin embargo, su creatividad parecía sobrenatural. Su obra comprende innumerables obras maestras de repertorio orquestal, música escénica, coral, sacra, para piano, música de cámara y Lied. En este último género, Schubert abrió una nueva dimensión a la forma a la que contribuyó con 600 Lieder, muchos de ellos organizados como ciclos. Entre ellos se cuentan La bella molinera, Viaje de invierno y El canto del cisne.
La “profe” es la Margarita del presente. Al igual que su homónima del pasado, es víctima de la guerra. Quedó viuda porque su marido fue asesinado en un combate y, como si esto fuera poco, es madre de un hijo desaparecido. Además el desplazamiento de su territorio la obligó a migrar a la ciudad donde no conocía nada ni a nadie.
Logró establecerse como maestra en una escuela de la ciudad y a medida que en sus clases
relata la vida de Margarita Villaquirá se da cuenta que tiene en común con su “doble” esa historia de vida, de violencia, horror y desplazamiento, así como el aplome, la decisión, la inteligencia y la profesión.
Lo único que las diferenciaba es que la profe de la actualidad mantuvo la mesura y calma,
evitando llegar a extremos a causa de su situación desesperante y angustiante, logrando siempre mantenerse dentro de sus cabales.
Se convirtió en una esmerada y fiel aprendiz de la Margarita de la antigüedad, a quien daba
constantes agradecimientos, pues le hizo entender las dinámicas de la vida, la guerra y la muerte.
Margarita Villaquirá Aya nació en Fusagasugá, Cundinamarca. Era profesora en su pueblo natal ydurante la Guerra de los Mil Días sufrió, como miles de mujeres a lo largo de la historia nacional, el asesinato de su esposo y la desaparición de su hijo. Estos hechos la obligaron a trasladarse a Bogotá, lugar donde se hizo amiga de prestantes familias capitalinas, y en particular de las damas de sociedad con quienes departía en las tardes un pocillo de chocolate con colaciones.
Era querida y admirada, pues, además de sus conocimientos, gozaba de gran capacidad de
expresión y cualidades para conversar y nunca perdió su vocación de maestra, tanto que en sus discursos, además de gritar arengas en contra del Partido Conservador, enfatizaba en que a la gente había que enseñarle a leer y escribir.
Fue fiel seguidora del Partido Liberal y admiradora del General Rafael Uribe Uribe, de quien
predijo su muerte. Esa circunstancia terminó por desatar su locura total, ya que prácticamente fue testigo del hecho.
Se hizo amiga del “Negro Chivas”, otro loquito famoso con quien se encontraba sagradamente todas las tardes, visitaba los más famosos cafés y discutía de política. Pese a su humilde condición siempre lucía limpia y vestía completamente de rojo. Daba a sus paseos por las calles, portando una especie de bolsa donde siempre llevaba consigo las escrituras de su propiedad.
Con el tiempo se volvió incrédula. Desconfiaba de los sacerdotes, los habitantes de la calle y de todos aquellos a los que antes les ayudaba. Murió de neumonía los 82 años, en el hospital, en brazos de su amigo Chivitas.
Oriundo del Chocó, Juan Coquín llegó a Bogotá a principios del siglo XX para continuar su carrera de Derecho. El Negro Chivas, como lo apodaron, vivía en una humilde pensión en el centro de la ciudad.
Durante su tiempo en la capital, mediante cartas se enteró de dos noticias terminaron haciéndole perder el juicio y la razón. La primera fue la muerte de sus padres en un accidente; debido a su escasez económica no pudo viajar a su tierra natal para enterrarlos.
La segunda, una mulata a quien había dejado en promesa de matrimonio en el Chocó se había escapado con otro hombre al que apodaban “as de oros”.
En medio de su desquicio deambulaba por las calles cercanas a la Plaza de Bolívar, lugares donde también frecuentaba la Loca Margarita. Con el tiempo se hicieron muy buenos amigos, tanto que se encontraban todos los días en la misma esquina e iban juntos a los cafés y chicherías del sector a hablar de la vida social y política de la época.