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Europa Press
El juez responsable del caso ha dejado en libertad provisional al tercer mosso d’esquadra detenido por facilitar, presuntamente, la huida de Carles Puigdemont. En total, son tres los detenidos por ayudar al expresidente de la Generalitat a marcharse de España tras ofrecer un mitin en las proximidades del Arc del Triomf, cerca del Parlament catalán. La fecha coincidía con el debate de investidura del líder del PSC, Salvador Illa, que ha tomado posesión del cargo este mismo sábado.
El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont continúa en paradero desconocido, a falta de que las autoridades aporten una versión oficial. No obstante, el secretario general de JuntsxCat, Jordi Tull, aseguró este viernes que el líder independentista habría vuelto a fugarse de España y ya se encontraría en su residencia, en Waterloo (Bélgica), después de irrumpir este jueves en pleno centro de Barcelona y haber conseguido burlar, con aparente facilidad, el operativo policial que debería haber culminado en su detención.
El expresidente de la Generalitat, Quim Torra, también se ha pronunciado al respecto de las detenciones de los mossos. Concretamente, ha pedido este sábado al conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, que “revise” la decisión de suspender de trabajo y sueldo a otro de los agentes de los Mossos d’Esquadra relacionados con la huida del expresidente catalán Carles Puigdemont y que, según ha detallado, forma parte de su equipo de escoltas.
Mediante un comunicado difundido en su cuenta de X (antigua Twitter), Torra ha detallado que este mosso “demuestra ser un profesional comprometido, eficiente, y con una conducta impecable en todo momento”. Torra ha añadido que “su dedicación y profesionalidad han sido claves para el buen funcionamiento del servicio” y que nunca ha tenido, textualmente, ninguna queja y motivo para dudar de su ética laboral.
Este miércoles, Carles Puigdemont anunció su regreso a España. Al día siguiente, organizó un acto de bienvenida en una calle de Barcelona y alertó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, encargados de ejecutar la orden de detención vigente en su contra, de que se presentaría allí.
El expresidente catalán cruzó la frontera y, tal como estaba previsto, llegó al lugar y a la hora anunciados, donde fue visto por 3.000 seguidores, numerosos agentes tanto uniformados como encubiertos, y millones de televidentes a través de las principales cadenas de televisión.
Para después del evento, Junts per Catalunya comunicó que Puigdemont tenía la intención de, tras su intervención, dirigirse junto a Josep Rull al Parlament, donde en una hora comenzaría el debate de investidura de Salvador Illa. Sin embargo, a la derecha del escenario, según relatan desde La Vanguardia, lo esperaba un Honda HRV blanco con el motor en marcha, conducido por una mujer y con una silla de ruedas en el asiento del copiloto.
Boye llevó a Puigdemont hasta allí, quien se quitó la chaqueta y se colocó un sombrero similar al de otros presentes para pasar desapercibido. Mientras tanto, el personal del evento formaba un pasillo por donde supuestamente caminaría la comitiva, incluido Puigdemont, en dirección al parlamento.
El Honda partió con Puigdemont y Jordi Turull, quien llevaba una gorra deportiva similar, ambos en la parte trasera. Aunque algunos agentes presenciaron la escena, no tuvieron tiempo de subirse a otro vehículo para seguirlos, y el coche logró escapar sin ser alcanzado.
Mientras tanto, en el parque de la Ciutadella, el comisario jefe de los Mossos y la responsable del cuerpo en Barcelona aguardaban a Puigdemont para formalizar la detención y darle traslado a la Ciudad de la Justicia.