En medio de diferencias, celebraciones y reclamos, el gobierno de Gustavo Petro puso sobre la mesa el primer reemplazo que tendrá el gabinete ministerial, luego de la salida de ocho funcionarios de alto nivel que tendrían intereses en participar de los próximos comicios para Senado, Cámara y Presidencia o rechazaron la llegada de Armando Benedetti.
Se trata de Antonio Sanguino, uno de los líderes de la Alianza Verde, quien reemplazará a Gloria Inés Ramírez y, según lo dicho por el mismo Presidente de la República, tendrá entre sus prioridades la implementación de la reforma pensional, el trámite de la reforma laboral en el Congreso y sacar adelante las investigaciones que trae esta cartera hace meses.
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Sanguino es sociólogo, con maestría en Desarrollo y doctor en Gobierno y Administración Pública y en su carrera destaca que ha sido concejal de Bogotá y senador de la República. La designación de este político si bien busca aumentar el margen de acción y alianzas de esta administración con diversas colectividades, no cayó bien en algunos sectores de los verdes, quienes no comulgan con el designado ministro.
Requerimiento de la Fiscalía
Según reveló la W Radio, el nombramiento de Sanguino se dio en medio de un requerimiento judicial e investigaciones en su contra por presunto tráfico de influencias y cohecho impropio, relacionadas con hechos ocurridos cuando era concejal de Bogotá por el partido Polo Democrático, durante la alcaldía de Samuel Moreno.
El nuevo ministro enfrenta una investigación por supuestamente presionar el nombramiento de una persona cercana como gerente del Hospital de Usme. Además, se le señala de haber acordado con un contratista y el entonces secretario de Salud la repartición de porcentajes de las ganancias destinadas a la construcción del hospital, lo cual entrará a ser revisado en la rama judicial.
El también exsenador e integrante de Alianza Verde deberá seguir compareciendo ante la justicia hasta que se determine su responsabilidad. La W conoció que en enero pasado fue radicado el escrito de acusación y está pendiente la fecha de audiencia en la que se decidirá si el caso avanza a juicio. Mientras tanto, el ministro continúa en su cargo en medio de los señalamientos en su contra.
Antonio Sanguino, ministro del Trabajo.
Cortesía – A.P.I.
Sanguino se defiende
Tan pronto se conocieron estas versiones, Sanguino se refirió a los señalamientos por medio de sus redes sociales y advirtió que se está hablando de un caso que ya prescribió y por el que hasta el momento no se habían formulado cargos en su contra y que se está buscando forzar una investigación que no tiene cabida actualmente.
“En su momento fui investigado por la Corte Suprema de Justicia por hechos ocurridos en 2008, cuando me desempeñaba como concejal de Bogotá, instancia que nunca formuló cargos en mi contra. Tampoco lo hizo ninguna de las anteriores administraciones de la Fiscalía General de la Nación”, indicó.
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Según el Ministro de Trabajo designado, “16 años después, cuando además los hechos han prescrito legalmente, mediante maniobras jurídicas evidentemente equivocadas, se pretende forzar una acusación desconociendo principios fundamentales como el debido proceso”.
De esta forma, dejó claro que hasta el momento no ha recibido ninguna notificación formal de acusación en su contra y sostuvo que en caso de que esto ocurra, su defensa presentará de inmediato las solicitudes de preclusión y nulidad, ya que considera que estas proceden en su caso y no afectan el ejercicio de sus funciones públicas, mientras insistió en que el proceso legal permitirá esclarecer los hechos.
Antonio Sanguino.
Sanguino reiteró su inocencia y afirmó estar dispuesto a atender los requerimientos de las autoridades competentes, al tiempo que enfatizó que nunca ha estado vinculado a hechos ilegales relacionados con el denominado Cartel de la Contratación y, por el contrario, sostuvo que fue uno de los denunciantes de esas irregularidades.
