Viernes, Diciembre 23 de 2022
Hoy se estrena en las salas de cine de Colombia la película' El prodigio', un homenaje a la pasión por la música y su capacidad de derribar cualquier barrera.
La película El prodigio que se estrena hoy jueves 22 de diciembre en las sañas de varias ciudades de Colombia, es una declaración de amor por la música. Sus protagonistas son Kristin Scott Thomas, Lambert Wilson y Jules Benchetrit, a quienes dirige el director francés Ludovic Bernard. Es la historia del director de un conservatorio de música que un día descubre a un joven de los suburbios que suele andar en malos pasos pero con un talento excepcional para el piano. El director del conservatorio, al oírlo interpretar una pieza de Bach en una estación del metro, se empeña en asumir su educación musical.
Con la fotografía de Thomas Hardmeier y las composiciones originales de Harry Allouche, la música adquiere un papel protagónico. El compositor creó una partitura para cada personaje, con un ritmo que va de la melancolía a la furia. De ese modo la música se encarga de mostrar que con esfuerzo, constancia y ambición se puede lograr el éxito, pero también que no todo en la vida (ni en el mundo de la música) es tan blanco y negro como las teclas de un piano.
CAMBIO conversó con Harry Allouche, el autor de la banda sonora de El Prodigio.
CAMBIO. ¿Cómo lo contactaron para esta película?
Harry Allouche. Tuve la oportunidad de componer la música para Cinema Through The Eye Of, un documental de arte que celebraba el 70 aniversario de la agencia Magnum Photos. Ludovic estaba buscando un compositor y pudo escuchar mi música en Universal. Le gustó y me envió su guion. Cuando nos conocimos también me ofreció que fuera el director musical de su película, que incluye música de repertorio y escenas de clases de piano. Rápidamente nos pusimos a trabajar en todos los aspectos técnicos del proyecto.
CAMBIO. ¿Qué pasó después?
H.L.: Después de nuestro primer encuentro, Ludovic me dijo que Jules Benchetrit interpretaría el papel principal y que no era pianista. Así que busqué a la pianista Jennifer Fichet quien, además de tener un estilo muy sensible, también da clases de piano. Ella me pareció ideal para interpretar las obras del repertorio en el estudio y trabajar con su marido Boris (también un maravilloso pianista) durante el verano, de forma muy intensa. Acordamos juntos que el objetivo sería centrar este trabajo sobre la autenticidad de la forma de tocar el piano de Jules.
Paralelamente, organicé la preparación de las piezas que se representarían en el guion adaptando ciertas obras, incluido el Segundo Concierto para Piano, de Rachmaninov, para que encajaran con naturalidad en la historia. Por último, trabajé con Kristin Scott Thomas, Lambert Wilson y Michel Jonasz en sus respectivas escenas al piano.
CAMBIO. ¿En qué dirección artística le sugería ir Ludovic Bernard?
H.L.: El poder emocional que puede proporcionar la música es una preocupación importante para Ludovic y me parece que diseñó su historia en este sentido. El objetivo era que buscara universalidades en la música al igual que la historia. En cuanto a la música original, tuve la suerte de que le gustara mi enfoque artístico y confiara en mí. Desde el principio, Ludovic y yo quisimos apostar por un tono moderno. Fue un reto porque la historia trajo mucha música del repertorio. Yo busqué proponer una música impregnada de las culturas populares y eruditas y que asocia los colores electrónicos con los de la orquesta. Para ello, el cine es un laboratorio formidable que me permite experimentar. Aunque la película tiene mucho que ver con la música, fue importante para Ludovic y para mí que la música original se centrara en el personaje de Mathieu Malinski.
CAMBIO. ¿Cómo se escribe una partitura original que se integra a una película donde la música es tan importante?
H.L.: En cuanto aceptas el proyecto te enfrentas a esta dificultad. “Es un bello reto”, me dije a mí mismo, “estoy haciendo mi música, la música de la historia, y lo hago lo mejor que puedo”. Lo más delicado fue combinar mi música original con la música preexistente del repertorio. Así que cada vez buscaba nuevas combinaciones. Por ejemplo, en la introducción, utilicé la célula rítmica del preludio de Bach, permitiéndome crear un efecto transformador: mi música se convirtió en la de Bach. Partí del hecho de que la música original pudiera llegar a ser in situ en varios puntos en la película. Además, no quería que hubiera sobredosis temática, así que construí mi partitura a partir de unos pocos motivos sencillos. También utilicé la nota Mi bemol del piano del señor Jacques como punto de partida de la película. Este Mi bemol abre la película y nos lleva a la estación. Contemplé esta apertura como una obertura de ópera que resumiera la historia y estableciera el tono, quería retratar a Mathieu y su piano escondido en la ciudad con su rumor, su cacofonía y el que finalmente descubrimos cuando la cámara se posa en él.
CAMBIO. La escena de la carrera fue particularmente compleja musicalmente.
H.L.: De hecho, esta secuencia la repasé varias veces antes de conseguir algo que definiera claramente lo que Ludovic tenía en mente. Esta secuencia es un doble montaje donde uno percibe la impaciencia que se siente en la Sala Gaveau y la carrera de Mathieu para llegar allá. Mis primeras propuestas no hicieron especial hincapié en este doble montaje, por lo tanto, volví a coger el lápiz y seguí el las interrupciones de la imagen para obtener más contraste.
CAMBIO. ¿Qué instrumentos prefería?
H.L.: Obviamente el piano. Era impensable dejarlo fuera, pero quería evitar una sobredosis: hay algunas pistas en las que no lo usé. Supe que combinaría el sonido de la orquesta con sonidos electrónicos. Esta película me dio la oportunidad de trabajar en el tratamiento de sonido puro, desde mi presencia en el set hasta mi imaginación en el estudio, luego en mi trabajo con la orquesta hasta la mezcla de sonido envolvente. Me encanta la dimensión espectacular y sensible que puede ofrecer el sonido en una sala de cine. Al principio de la película, por ejemplo, el sonido es mono luego se amplía gradualmente y rodea al espectador hasta el primer plano del amanecer en la estación.