En los primeros dos meses de 2025, el sector de la construcción en Colombia presentó un incremento en sus niveles de ocupación frente al mismo periodo de 2023. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en su reporte mensual de febrero sobre empleo, este fue punto tuvo la mayor contribución porcentual con un punto porcentual de 219.000 nuevos empleos y una participación del 7,2 % en el total..
Sin embargo, gran parte de este empleo en el segundo mes del año se generó en el subsector de obras civiles, con énfasis en proyectos locales como el Metro de Bogotá, según la Cámara Colombiana de Construcción, la cual señala que el panorama para el segmento de edificaciones ha sido adverso.
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Según cifras del Dane, la capacidad del sector constructor para generar empleo ha disminuido. En el último año, el sector dejó de impulsar, en promedio, 23.000 empleos mensuales. “De los 23.000 puestos de trabajo señalados, cerca de 15.600 se dejaron de generar en el subsector de edificaciones y en las actividades especializadas de construcción, que se asocian a aquellas realizadas en las fases de acabados (instalaciones eléctricas, hidráulicas, sanitarias, acabados interiores y exteriores, etc.)”, señaló Guillermo Herrera, presidente de Camacol.
Y es que la reducción del empleo en este sector no ha sido homogénea en el país. Algunas de las grandes ciudades más afectadas fueron Bucaramanga, con una variación del -15,7 %, Bogotá con -13,5 % y Cali con -0,4 %. No obstante, las caídas más pronunciadas se observaron en municipios más pequeños. “Nos llama la atención que los niveles de empleo de la construcción se deterioraron de manera más fuerte en ciudades pequeñas como Mocoa (-50 %), Inírida (-43,1 %) y Leticia (-23,6 %)”, indicó la Cámara Colombiana de la Construcción.
En los mercados que analiza el sistema de información de Camacol, Coordenada Urbana, también se registraron cifras negativas. Las variaciones en empleo fueron: Pasto (-21,6 %), Villavicencio (-16 %), Yopal (-15,2 %), Cúcuta (-13,4 %), Popayán (-12,5 %), Tunja (-9,8 %), Manizales (-6,5 %), Neiva (-6 %) y Montería (-5,2 %).
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Crédito de vivienda
IStock
Camacol expresó preocupación por esta tendencia. “El empleo es uno de los principales termómetros de cómo está la actividad edificadora. De acuerdo con los datos del Dane, en 2024 el área en proceso de construcción se redujo en un -6,3 % para el segmento residencial. Esto significa que el sector tenía en proceso de construcción cerca de 1,4 millones de metros menos que en 2023”.
En efecto, esta caída en la actividad constructora se refleja directamente en el empleo, ya que cuando se construye menos, la demanda de empleo también cae, particularmente en las obras. “Eso explica que cerca del 47 % de los empleos que se dejaron de generar en 2024 correspondieron a obreros de construcción”, indicó el líder de la agremiación.
Al mismo tiempo, las perspectivas a corto plazo tampoco resultan alentadoras. “En la medida en que las iniciaciones sigan cayendo, nos preocupa que las pérdidas de puestos de trabajo se intensifiquen en 2025. De acuerdo con los resultados más recientes de Coordenada Urbana, en febrero de 2025 el inicio de nuevas viviendas se redujo un -62,4 % frente al mismo mes de 2024 y en el año corrido (enero-febrero) acumularon una caída del -55,4 %”, indicó la agremiación.
Respecto a la disponibilidad de personal, Camacol explicó que el tema de mano de obra tiene un trasfondo estructural. “Hay que tener en cuenta que la búsqueda de mano de obra del sector es un elemento estructural, mientras que la caída en los ritmos de obra es más coyuntural. Por ahora, los inicios de obra se siguen reduciendo y son similares al punto más bajo registrado en 2020, en medio de la pandemia”, añadieron.
En relación con la preparación de trabajadores, la entidad destacó el rol de sus sedes regionales. “Cuando hablamos de la disponibilidad de mano de obra para el sector constructor, vemos que es necesario seguir impulsando programas de formación que se adapten a la demanda efectiva de las empresas. Las regionales de Camacol realizan un trabajo muy importante en este frente. Sin embargo, es claro que tenemos que avanzar en la formación de más trabajadores y nuevas estrategias de productividad con miras a un incremento en la demanda por trabajadores en un escenario de reactivación del sector, que esperamos se dé después de 2026”, explicaron.
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Construcción.
Hernando Herrera
El 2025 tampoco comenzó bien
Igualmente, los primeros indicadores del año no han mostrado mejoras. “Los datos disponibles de los primeros dos meses nos muestran un 2025 un poco más difícil de lo esperado. Hubo elementos no previstos que los complicaron, entre ellos la suspensión de ‘Mi Casa Ya’ a mediados de diciembre del año pasado. Este factor, sumado a la suspensión de la preasignación, ha afectado de manera importante la dinámica comercial de la vivienda de interés social (VIS), así como el lanzamiento y el inicio de obra de nuevos proyectos”, señalaron en la agremiación.
Camacol también mencionó las condiciones financieras como un factor relevante, ya que debido a la ausencia de una política de vivienda que aborde la necesidad de reactivación del sector, las tasas de interés son el factor que puede dinamizar el mercado durante este año.
En este punto recalca que aspectos como el déficit fiscal y la inflación vienen presionando los costos de fondeo de la banca al alza y, con ellos, las tasas de interés. “Sin embargo, esperamos que durante el primer semestre mantengamos tasas de interés asequibles que seguirán impulsando la demanda, particularmente de los hogares de segmentos medios”, precisó Camacol.
A pesar de las dificultades, Camacol ve señales de continuidad en el largo plazo, teniendo en cuenta que actualmente hay cerca de 403.000 viviendas programadas para entregar a partir del 2027, y se trata de Estos son negocios inmobiliarios por más de $127 billones que están en curso y de los cuales el 67 % ya está prevendido.
Finalmente, la Cámara concluyó que “con un escenario político mucho más estable, la economía y el sector retomarán su ritmo de crecimiento después de 2026”.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio