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En un giro inesperado de justicia, Rossman Miguel Julio Monterroza, un joven promesa del fútbol y estudiante de instrumentación quirúrgica en Barranquilla, se enfrenta a cargos de intento de homicidio después de defender a su novia de un atraco en Sincelejo, Sucre.
Revista Semana dio a conocer que el incidente, que tuvo lugar la noche del 25 de agosto de 2022, ha sacudido a la comunidad, llevando a Rossman y a su familia a enfrentar amenazas y desplazamientos, mientras la Fiscalía le apunta ahora como agresor.
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La confrontación ocurrió cuando Rossman intentó detener a dos sospechosos que habían robado a su novia, resultando en uno de los atacantes herido gravemente debido a un impacto con una piedra.
A pesar de las denuncias presentadas tanto por la agresión como por el robo, la Fiscalía optó por perseguir a Rossman por tentativa de homicidio, basándose en la versión de los señalados del hurto, que ahora se presentan como víctimas.
Esta decisión ha llevado a una oleada de complicaciones para Monterroza, quien se había destacado en el deporte y tenía aspiraciones académicas y profesionales significativas. La vida le cambió en un segundo a una gran promesa del fútbol que había tenido procesos juveniles con clubes del país y con la selección Colombia.
De acuerdo con Semana, nueve meses tras el incidente, en Semana Santa de 2023, Rossman fue arrestado, marcando el inicio de un calvario legal y personal. La imputación de cargos se realizó sin solicitar prisión preventiva, no obstante, Monterroza tuvo que pasar más de 48 horas detenido en condiciones adversas.
El fiscal del caso insistió en su captura, aunque la audiencia de imputación no requería tal medida. La situación jurídica de Rossman aún está siendo evaluada, mientras él y su abogado, Miguel Oliveros, buscan demostrar su inocencia frente a unas acusaciones que consideran injustas.
Las amenazas y la mala situación, han llevado a que el futbolista tome otro camino que le permita crecer en su vida personal. En Barranquilla ha encontrado un lugar seguro para él y su familia, que recibieron amenazas después del rifirrafe legal.
Rossman Monterroza, desde su infancia, ha sido un atleta destacado, representando a Colombia en categorías menores y participando en eventos deportivos internacionales. Actualmente, tras haber sido desplazado debido a las amenazas, reside en Barranquilla donde sigue su formación académica.
A pesar de los desafíos, ha tratado de mantenerse enfocado en sus estudios y en la reconstrucción de su vida, aunque admite vivir con miedo a ser injustamente condenado.
Esta situación pone de manifiesto el dilema que enfrentan aquellos que, actuando en momentos de crisis para proteger a sus seres queridos, terminan enredados en el sistema judicial, enfrentando consecuencias que cambian la vida.
La comunidad y los medios siguen de cerca el desarrollo de este caso, ansiosos por ver cómo la justicia balanceará los actos de defensa personal contra las acusaciones formales.
Este caso de injusticia se suma a muchos más que han pasado en el país. Los colombianos buscan defenderse ante la ausencia de las autoridades en diferentes casos de inseguridad y cuando logran protegerse y minimizar al criminal, terminan pagando justos por pecadores.
La ley colombiana y el vacío que permite que los victimarios en casos de robos a mano armada terminen siendo las víctimas de los casos. Algunos ciudadanos han tomado el valor de comprar un arma para defenderse y la han usado dejando un resultado fatal con el ladrón. Al final la justicia toma el camino que quiere y no beneficia a la persona más afectada.
