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En medio de una situación alarmante, un individuo utiliza llamadas intimidatorias para presionar a su expareja y madre de una de sus hijas, y las amenaza a través de la menor, una niña de 8 años.
La amenaza de muerte se cierne sobre ellas, y las condiciona a la posibilidad de ver a la niña o a que la madre regrese con él, como una venganza por su separación, según lo dio a informar Citytv.
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La hija mayor de la víctima ha buscado ayuda de las autoridades en varias ocasiones, pero se ha encontrado sola, a pesar de que teme por la vida de su hermana menor. “Amenazas de muerte en las que él indica que si no le dejamos ver la niña o que si mi mamá no vuelve con él, él la va a matar”, sostuvo la hija mayor de la víctima, en conversaciones con el medio mencionado.
Todo se trataría de un tipo de venganza por la separación de ellos dos. El impacto en la niña es evidente; llora, se paraliza y grita al presenciar las amenazas de su padre, reviviendo años de violencia familiar, según lo indica su hermana mayor.
A pesar de las medidas cautelares interpuestas en la comisaría de familia, el hombre la vigila de cerca. “Hoy, rondó la zona por casi toda la mañana y ellos (las autoridades) no quisieron hacer nada al respecto. Ellos pudieron haber ido perfectamente, ido, buscarlo… el barrio no es muy grande para haberlo encontrado, pero la solución es que no, que si nosotras estamos amenazadas, tenemos que estar en la casa, cuando nosotros no hicimos nada. El que debería estar encerrado es él”, condenó la hija mayor de la víctima en conversaciones con Citytv.
A pesar de la proximidad del barrio, la inacción prevalece, instando a las amenazadas a refugiarse en casa. Según las denunciantes, las autoridades han hecho poco o nada para prevenir un posible acto feminicida por parte del hombre.
Según la información suministrada por el medio previamente mencionado, estos hechos estaría ocurriendo en Bogotá, pero por protección de la identidad de las personas víctimas, no se revelaron sus nombres, identidad del victimario o algún punto específico de la ciudad.
En Bucaramanga, Santander, se registró el primer feminicidio del año cuando José Aníbal Melgarejo, de 59 años, asesinó a Estefany Pulido, una ciudadana venezolana de casi 40 años, al comienzo de 2024 en un motel del norte de la ciudad. El crimen ha provocado una fuerte conmoción comunitaria debido a la difusión viral de un video que evidencia la brutalidad del hecho y la frialdad del agresor.
El suceso ocurrió específicamente en un establecimiento llamado La Llave, donde se capturó la violencia ejercida por Melgarejo, quien atacó a Pulido con un arma blanca, causándole 14 heridas en distintas partes del cuerpo. Testigos, incluyendo al presunto dueño del motel, no intervinieron durante el ataque.
“Yo no quería hacerle daño. Ella fue la que se dejó dar cuchillo”, sostuvo Melgarejo mientras sostenía del cabello a Estefany Pulido, para luego soltarla.
La Fiscalía Primera de la Unidad de Vida ya ha imputado a Melgarejo por el delito de feminicidio agravado. La sociedad santandereana muestra una creciente indignación tras la divulgación del material donde se percibe la indiferencia del asesino y la inacción de los presentes en el lugar.
El video del feminicidio ha generado un clamor por parte de la comunidad para fortalecer la respuesta frente a la violencia doméstica y la necesidad de involucrar activamente a la población en la prevención y denuncia de la violencia de género. El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, rechazó el acto y señaló el compromiso de su gobierno con la seguridad y la lucha contra la violencia desde su inicio. La captura rápida del presunto responsable por parte de la Policía de Bucaramanga es un resultado de dichas políticas