“Cuando llegó la primera vez me sentí preparada, lo superé, salí victoriosa y dije que si algún día me llegaba de nuevo iba a estar lista, pero no fue así. Cuando recibí el segundo diagnóstico fue muy difícil, sentí miedo por Nicolás, me pregunté qué iba a pasar con mi hijo”.
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Es imposible no conmoverse con las palabras de Fernanda, una mujer de 36 años que tiene mucho que aportar desde su experiencia. Podemos decir que le ha visto dos veces la cara a la enfermedad, una condición que la ha empoderado para enfrentarla con gallardía y un optimismo que contagia. “Al comienzo uno niega la enfermedad, después la asimila y empieza a luchar, porque, cuando uno lo hace, ya no hay nada que pueda detenerte”, dice esta mamá que también trabaja como docente.
Para el segundo diagnóstico de cáncer, Fernanda estaba afiliada a Compensar. “Ellos me transfirieron directamente a la Clínica del Seno, en la que de una vez me generaron exámenes, pautas para seguir y me dieron todo lo necesario para asumir el reto”.
“Cada persona asimila el cáncer como puede. Les digo: “Si se puede, vamos a hacerlo’. Si tú cambias ese llanto y ese miedo por fe, vas a poder sonreír”.
En las evaluaciones le encontraron dos tumores, por eso una de las primeras decisiones fue la de someterse a una mastectomía. “Mi cirugía fue el 19 de abril, también me hicieron reconstrucción inmediata y el vaciamiento de ganglios. Una actitud siempre genera un cambio, si uno tiene una actitud positiva ante lo que venga, puede decir que todo va a salir bien”, sostiene.
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Esta apasionada por el deporte y la vida saludable siempre se ha sentido afortunada por contar con el apoyo de Compensar: “En los grupos de ayuda suelen comentar: ‘No, es que hace un mes mandaron la orden, pero no me la han autorizado’. A mí, gracias a Dios, Compensar no me ha hecho esperar, llego con una orden y me transfieren de inmediato. Lo mismo aplica para los exámenes y las resonancias, todo ha sido de una”.
Una de las reflexiones que la han acompañado durante este proceso nació en una charla con su oncólogo. Fernanda tuvo una revelación que puede ser muy útil para las personas que estén atravesando una situación similar: “Cuando el doctor me dijo: ‘Vas a perder personas, es posible que pierdas el hogar, el trabajo, el seno, tu cabello, tus cejas’, le respondí: ‘Doctor, si se tiene que perder, que se pierda, si el seno no va a estar, algún día me lo podré mandar a poner; si el cabello se cae, algún día me volverá a crecer, pero a mí la vida no me va a volver a crecer, entonces, hay que luchar’”.
Fernanda se ha sometido a tres operaciones y cree que en enero terminará la quimioterapia. Si le toca pasar por radioterapia estará dispuesta a continuar la pelea