Uno de los retos que sigue vigente en la nueva era del mundo económico y laboral, está relacionado con la participación de las mujeres en este sector, especialmente en los puestos de decisión y liderazgo, donde todavía sigue existiendo una brecha importante sobre la cual hay que trabajar, según los expertos.
Es por eso que en el marco de las conversaciones generadas por la Asociación Económica Internacional (IEA), recientemente se revelaron los resultados de una investigación centrada en el liderazgo de las mujeres en la economía global, abordando brechas y desafíos persistentes.
Este estudio, desarrollado durante cuatro años y aplicado en seis países, incluido Colombia, busca arrojar luz sobre las disparidades que afectan a las mujeres en el ámbito económico, destacando especialmente su papel como cuidadoras, una dimensión clave que contribuye a las desigualdades.
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Históricamente, la brecha de género se explicaba en términos de educación, pero según el estudio de la IEA, este panorama ha evolucionado. Ahora, las mujeres economistas están mejor preparadas académicamente que sus colegas masculinos en la mayoría de los países. Sin embargo, se advierte que la brecha se manifiesta principalmente con la llegada del primer hijo al hogar, un fenómeno común en países en desarrollo.
María Inés Berniell, de la Universidad Nacional de la Plata en Argentina, destaca que esta disparidad persistente requiere una atención específica, puesto que conforme mayor es el número de hijos para las mujeres, menores son sus posibilidades de crecer
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“En Argentina las mujeres casadas dedican casi 3 veces más tiempo a tareas del hogar y de cuidado que los hombres. Incluso si comparamos a mujeres y hombres que trabajan, las mujeres dedican más del doble del tiempo a estas tareas. Si se suman horas trabajadas en el mercado y fuera del mercado, las mujeres en total trabajan más horas que los hombres”, dijo Berniell.
La iniciativa de la IEA ha involucrado a expertos de diversos países, incluyendo a Ashwini Deshpande de la Universidad de Ashoka en India, Raquel Fernández de la Universidad de Nueva York y Dani Rodrik, presidente de la Asociación Económica Internacional.
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La investigación se basa en evidencia cuantitativa recopilada en seis países: India, Sudáfrica, Ghana, Argentina, México y Colombia, con una inclusión parcial de Senegal. María Inés Berniell subraya la importancia de que los economistas den el ejemplo y trabajen de manera coherente para eliminar estas brechas persistentes.
También se abordaron preguntas clave, como los obstáculos en diferentes niveles de la trayectoria profesional de las mujeres, los apoyos necesarios para superar estos obstáculos y las barreras, tanto formales como informales, que obstaculizan a las mujeres en la economía, especialmente en roles de liderazgo en el ámbito académico.
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Uno de los datos que más llamó la atención tuvo que ver con que después de nacer el primer hijo los ingresos de las mujeres caen en promedio un 35% y sus posibilidades de ingresar al mercado laboral se reducen un 25%, situación que las pone en desventaja frente a los hombres
Ante esto, Ashwini Deshpande destaca la dificultad que enfrentan las mujeres para trabajar en equipo con académicos senior, un aspecto vital para avanzar en el ámbito académico y advirtió que la presencia limitada de mujeres en roles de liderazgo y la falta de diversidad en los paneles de entrevistas son obstáculos adicionales que se identificaron en el estudio.
“La intimidación y las barreras en la elección de carreras en economía también fueron resaltadas, subrayando la necesidad de fomentar la inclusión y diversidad desde las etapas iniciales de la formación académica”, dijo esta experta.
Por último, Raquel Fernández, de la Universidad de Nueva York, destaca que incluir las voces femeninas en la conversación pública, definiendo perspectivas más amplias, es uno de los objetivos fundamentales de esta investigación.
Fernández dijo que este tipo de estudios buscan no solo documentar las disparidades, sino también abogar por un cambio significativo en la cultura y las prácticas que limitan el liderazgo femenino en la economía global.
DANIEL HERNÁNDEZ NARANJO
Portafolio