Hace una semanas se conoció que Colombia cayó tres puestos en el Índice Global de Jubilación (GRI por sus siglas en inglés), un ránking que basado en varios elementos de la economía muestra qué tan altas son las probabilidades de que una persona pueda acceder a una pensión digna después de cumplir los requisitos que establece la legislación, sin importar las condiciones.
En lo que concierne específicamente al mercado local, el informe, realizado por Natixis, sostiene que para este año, el país apareció en el puesto 43 del escalafón, bajando dos posiciones desde el puesto 41 en 2023. Esto debido a que su puntuación general cayó del 37% al 33% año tras año; saliéndose de la tendencia mundial en la que la mayoría de las naciones tuvo un crecimiento, así fuese pequeño.
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Este ranking se realiza de la mano con Core Data Research y ofrece un punto de referencia global que incorpora una amplia variedad de factores esenciales para que las personas disfruten de una jubilación saludable y segura. Estos incluyen factores financieros importantes, así como consideraciones como el acceso y costo de la atención médica, las condiciones climáticas, el estado de la gobernanza y la felicidad general de la población.
Mirada profunda
Con el fin de ahondar en lo que está pasando en Colombia y las razones de esta caída en el escalafón, Portafolio habló con José Luis León, country head de Natixis Investment para Colombia y Perú, quien manifestó que para entender mejor los datos, es necesario tener presente que el mismo se construye a partir de cuatro indicadores, que son salud, distribución del ingreso, calidad de vida y bienestar material.
“En el total, Colombia quedó en una posición número 43 dentro de los 44 evaluados, únicamente superando a India y dentro los países de Latinoamérica, también estamos en la parte baja de una lista en la que Chile lidera el grupo de la región, aunque aparece en la posición 35, México está en la posición 36 y Brasil en la posición 41. Hay una tendencia fuerte en Latinoamérica de quedar en los últimos lugares, claramente por las condiciones que tenemos acá, pero dentro de este grupo latinoamericano al país no le va bien”, indicó.
Uno de los factores clave que afectan el acceso a la jubilación, de acuerdo con Natixis, es la desigualdad, ya que la mala distribución del ingreso en el país limita la capacidad de muchas personas para contribuir a su pensión, lo que se refleja en un índice de bienestar material del 6%, uno de los peores resultados del análisis.
“Si Colombia lograra por lo menos mejorar este índice por encima del 6% en el que estamos en este momento, subirlo más o menos al 40% o algo así, que seguiría siendo malo dentro de ese índice, seguramente podríamos llegar a niveles de calificación, dentro de todo el análisis, cercanos a Chile. Ese factor puntual nos está haciendo caer durísimo en la tabla y ponernos de penúltimos. Entonces tenemos que concentrarnos muchísimo ahí”, agregó.
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Por otra parte, en lo que respecta al ranking nacional general en salud, el estudio da cuenta de que se mantiene en el puesto 40, pero su puntuación ha mejorado en dos puntos porcentuales en comparación con el año pasado, gracias a un repunte en la puntuación de gasto en salud per cápita, mientras que las clasificaciones para la esperanza de vida y el gasto en salud asegurada se han mantenido estables.
Si bien José Luis León reconoce que hay avances en la lucha contra la desigualdad, es enfático en que la desigualdad y la pobreza en Colombia limitan el acceso al sistema de pensiones, y esto varía entre regiones del país, afectando especialmente a las áreas más pobres, como el Chocó, donde coincidencialmente los niveles de acceso al sistema pensional son bajos.
Están solos
Entre tanto, para el Country Head de Natixis, actualmente se debe trabajar también en el sentimiento de abandono que hay entre los colombianos a la hora de hablar de pensiones, ya que el estudio también les mostró que millones de trabajadores, particularmente aquellos en condiciones de informalidad o bajos ingresos, sienten que no tienen cabida en este sistema. A pesar de sus años de esfuerzo, sienten que no recibirán una pensión digna.
“El 81% de los encuestados creen que están solos en ese viaje de construcción de las condiciones de jubilación. Esto ha subido, hace seis años nomás preguntamos por lo mismo y nos respondió el 67% de las personas que se sentían solos. En este momento son ocho de cada 10 las que sienten que no tienen compañía ni del gobierno ni de la empresa privada, sino que depende de cada uno alcanzar esas condiciones”, explicó.
Abordando por grupos de edad señala que para el caso de los millennials, “el 47% piensan que se van a necesitar un milagro para poderse jubilar”, mientras que “en la generación X, marca un nivel del 45% y los baby boomers, que son los más grandes, los que ya están entrando en esta jubilación y ya se están pensionando, creen que se van a necesitar un milagro porque sólo una de cada tres personas, un 35%; cree que lo logrará”.
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“La presión impositiva en los últimos 10 años ha estado, la han sentido los colombianos de cierta forma. Veníamos mejorando hasta el 2022, pero posteriormente se hicieron grandes cambios y ahora hay que pensar en crear mecanismos para que la gente pueda destinar un poco más de recursos a asuntos diferentes a atender sus pagos de impuestos y pensar, por ejemplo, en ahorrar. El Gobierno tiene que pensar en no agobiar tanto a las personas con temas de impuestos en momentos difíciles”, explicó José Luis León.
Dicho esto, agregó que las reformas propuestas no abordan adecuadamente esta problemática de exclusión y que se necesitan esfuerzos del Gobierno y las AFP para abordar las dificultades reales de quienes no pueden cumplir con las exigencias de cotización durante toda su vida laboral.
“Esto tiene que ver con muchos temas de planificación, de trabajo entre el Estado, el sector privado y demás, pero también de coyuntura, porque después de la pandemia, los niveles de deuda en los países se han incrementado drásticamente y las personas se han visto afectadas a través de inflaciones mucho más altas, de condiciones de volatilidad del mercado mucho más grandes y ahí se genera una incertidumbre a trabajar”, acotó León.
Finalmente León subrayó que, sin cambios estructurales profundos, millones de personas seguirán sintiéndose invisibles dentro del sistema y aprovechó para resaltar la importancia de la reforma pensional que se implementará el próximo año, en la cual sostuvo que se debe garantizar que los ahorros de los trabajadores sean sagrados y no se utilicen para otros fines, como ha ocurrido en otros países.