En un entorno cada vez más cambiante y en constante evolución, los retos en materia de brechas de género para las mujeres están yendo más allá de simplemente garantizar una participación igualitaria al interior de las empresas, puesto que las dinámicas actuales de la sociedad y la llegada de nuevos actores, está llevando a que sus necesidades y preferencias no sean las mismas de antes.
Esta es una de las conclusiones de un informe presentado recientemente por Buk, titulado “Radiografía – mujeres en el trabajo 2025”, en cual se advierte que actualmente ellas están divididas en por lo menos tres grupos poblacionales diferentes, dentro del mercado laboral y que cada uno tiene una forma de pensar diferente.
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En diálogo con Portafolio, Gabriela Duran, Country Manager de Buk Colombia, explicó los detalles del análisis, resaltando que revisa las barreras laborales que enfrentan las mujeres en Chile, Perú, México y Colombia, a través de una encuesta con más de 5.370 participantes (50% hombres y 50% mujeres). En esta edición, el estudio se categorizó en tres grupos clave: mujeres madres, mujeres centennials y mujeres líderes.
“Un punto importante en la investigación fue la inclusión de los hombres, porque es necesario que ellos hagan parte de todos estos temas, tomar no sólo el estudio de Buk como un referente, sino aprovechar para no sólo que nos regalen una rosa o nos den un chocolate, sino para poner estos temas laborales sobre la mesa, porque cada vez somos más las mujeres que trabajamos y aportamos”, destacó.

Gabriela Durán, Country Manager de Buk.
Madres, centennials y líderes
Uno de los hallazgos más significativos del estudio de Buk es que las madres trabajadoras valoran significativamente el teletrabajo en comparación con los hombres. Esto se debe, según explicaron, a la posibilidad de conciliar mejor sus responsabilidades laborales con su rol de cuidadoras.
“Esto deja un aspecto fundamental y es el tema de salud mental en esta categoría de mujeres madres, que es súper evidente. Es por la razón por las cuales las mujeres mamás renuncian porque hay un tema de burnout, porque se sienten cargadas no sólo por su tema laboral, por sus funciones laborales, sino porque tienen un trabajo extra en su casa por ser mamás cuidadoras”, indicó.
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Para Durán, es necesario tener presente que todo este sobreesfuerzo genera un desgaste emocional y físico que las lleva a cuestionar si vale la pena continuar en sus empleos o si es mejor priorizar su bienestar personal, por lo que en ocasiones suelen posponer su propio bienestar en favor de sus familias y de sus responsabilidades laborales, lo que agrava el problema.
Entre tanto, para el caso de las mujeres centennials, presentan una visión diferente sobre el mercado laboral, ya que según el estudio, este grupo prioriza los retos y oportunidades de aprendizaje sobre el salario y a diferencia de las madres, estas trabajadoras jóvenes suelen desmotivarse cuando sienten que sus tareas son repetitivas o carecen de un propósito claro, lo que genera una alta rotación en sus empleos.

Cifras estudio Buk – Mujeres Mercado Laboral.
“No se aburren ni siquiera por el tema salarial, sino se aburren porque no tienen nuevos retos, porque no tienen nuevas metas a seguir, porque no las están retando constantemente, entonces este es un punto importante y bastante diferenciador entre las mamás, entre las mujeres madres y las mujeres centennials”, dijo Durán.
En la tercera categoría, el estudio encontró que las mujeres líderes enfrentan obstáculos en el acceso a ascensos y mayores oportunidades laborales, razón por la cual, a pesar de que han alcanzado posiciones de liderazgo, muchas sienten que el camino hacia niveles más altos es más difícil en comparación con sus pares masculinos.
“Es importante resaltar que en este cargo de mamás, de mujeres líderes, también se ve un tema de estrés laboral, porque sienten una competencia continua, digamos que con los hombres para tener una igualdad respecto a cualquier ascenso y eso al final también las termina desmotivando y desgastando emocionalmente”, explicó.
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Un flagelo invisible
Desde Buk hicieron énfasis en la percepción de los hombres sobre la brecha de género en el mercado laboral, ya que los resultados muestran que el 70% de los hombres encuestados afirmó que no percibe diferencias en salarios o posiciones entre hombres y mujeres y deja claro que si bien las mujeres experimentan barreras estructurales y dificultades para crecer profesionalmente, muchos hombres no son conscientes de estas desigualdades.
“Es aquí donde creemos que una solución es incluir a los hombres en todos estos foros que estamos realizando ahora, hay que darles visibilidad a estos temas dentro de las empresas, pero involucrándolos a ellos, que sean los principales invitados, para que deban hablar sobre esta realidad y se concienticen de la necesidad de cerrar las brechas”, acotó.

Madres.
En cuanto a la movilidad laboral, se encontraron diferencias significativas entre hombres y mujeres, ya que en la generación Z, el 56% de las mujeres expresó su intención de cambiar de empleo en busca de nuevos retos, mientras que solo el 44% de los hombres compartía esa intención.
En el caso de las mujeres líderes, el 57% manifestó estar buscando nuevas oportunidades laborales, mientras que el porcentaje en hombres fue del 44%; mientras que las madres mostraron una menor intención de cambio, con una diferencia menor entre géneros (50% en mujeres frente a 49% en hombres), lo que sugiere que las mujeres con hijos priorizan la estabilidad laboral.
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“Vemos también un punto súper importante y es que no es que de pronto el mercado no esté siendo igualitario, sino que en el caso de las mujeres, sobre todo las madres no se están animando a pedir esa equidad. Entonces acá hay un tema de empoderamiento y el líder de esa madre, de esa mamá, juega un papel muy importante, porque la puede empoderar mostrándole todas las oportunidades que tiene, cómo puede igual poder cumplir cualquier función como cualquier listado por un lado”, indicó.
Ante todo esto, la Country Manager de Buk cerró destacando que el camino hacia la equidad de género en el mercado laboral aún es largo, pero con acciones concretas y compromiso por parte de las empresas, se pueden generar cambios significativos que beneficien a toda la sociedad.
“La clave está en reconocer las diferencias, fomentar el diálogo y trabajar en conjunto para construir un futuro en el que todas las personas, sin importar su género, tengan las mismas oportunidades de éxito”, concluyó.