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Fue galardonado como el mejor policÃa del paÃs 2022
PolicÃa Nacional
Policía Nacional
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El capitán Parménides Palacios Rentería, oriundo de Chocó y con 21 años en la Policía, fue elegido el martes como el mejor uniformado del país.
En una ceremonia realizada en el teatro Roberto Arias Pérez de Colsubsidio en Bogotá, se reconoció al uniformado por ser el gestor del ‘Laboratorio de Paz, Convivencia y Seguridad Ciudadana’, un proyecto que ha llevado a más de 8.000 jóvenes de distintas zonas del país a las mejores universidades.
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Quien se llevó el más grande galardón de los Premios a la Excelencia Policial, es del municipio de Lloró, en el corregimiento de Boraduo. Su madre minera y su padre comerciante, le enseñaron desde pequeño los valores del servicio comunitario.
Creció en las cercanías de la Quebrada Taridó con la batea en sus manos, un recipiente que se usa para la minería artesanal; y en un mundo de fantasía, como él lo llama, en el que día a día disfrutaba del monte “y de las bañadas en el río”.
Lleva 21 años portando con orgullo el uniforme de la Policía Nacional. Allí estudió Administración en Salud mientras que, simultáneamente, era patrullero en las carreteras de Chocó.
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Estudió en el colegio Matías Tres Palacios en el municipio de Cértegui y terminó su bachillerato en la Institución Educativa Santa Coloma Villa en Quibdó. Desde pequeño siempre quiso ser policía, sin embargo, la inspiración de su trabajo como oficial se la dio un sargento de la región, quien en sus memorias, lo recuerda como una de las personas que hizo que el municipio donde creció estuviera pavimentado y con bienestar para sus habitantes.
“Ese señor me inspiró. Sus acciones hicieron que mi motivación para ser policía creciera mucho más. Y es lo que lo quiero replicar en todos los jóvenes de la región, inspirarlos para tener un mejor futuro”, señala Palacios.
En el 2019, mientras trabajaba como teniente en la clínica de la Policía en Tumaco, inició un proyecto comunitario para apoyar a los jóvenes del pacífico nariñense a alcanzar sus estudios universitarios y que no cayeran en el espiral de violencia que se vive en la región.
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Proyecto social liderado por Parménides Palacios en Tumaco
Laboratorio De Paz, Convivencia Y Seguridad Humana
Quiero inspirar a los jóvenes para tener un mejor futuro
Parménides supo sobre la oferta del Gobierno en materia de educación para las regiones más desfavorecidas del país, y fue así como comenzó a leer sobre becas y programas de financiación; sus requisitos, tiempos de inscripción, documentación, preparación básica secundaria, y se dispuso a preparar a un primer grupo de 150 jóvenes para que pudieran aplicar a estos beneficios educativos. Y lo logró.
De esta manera, se dio cuenta que el mejor incentivo para las nuevas generaciones para no vincularse en la ilegalidad o la delincuencia, es la educación.
Con un trabajo articulado con la Policía y los líderes sociales de Tumaco, siguió vinculando jóvenes a la educación superior con el proyecto llamado ‘Camino a la Universidad’, alcanzando un número de 1.200 beneficiados en el 2020.
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“Los jóvenes, al continuar con sus estudios, comenzaban a transformar sus realidades en todos los aspectos. Unos decidían aplicar a programas universitarios, otros a un técnico, algunos quisieron comenzar sus carreras en la Policía o en la Armada Nacional”, comenta el capitán.
Sin embargo, Parménides sabía que no todos los jóvenes iban a ser fáciles de atraer al proyecto. Fue así como junto con otros líderes crearon tres líneas de acción para educarlos sobre varios temas, que incrementaran su nivel educativo, orientarlos profesionalmente y que luego se motivaran a postularse en las becas.
“Es muy importante enseñarle a los chicos sobre emprendimiento desde el día uno que se vinculan a un programa. Para que lideren sus proyectos, para que creen empresas, para que no se esperen hasta que acaben sus estudios y mirar qué hacer. Que no crean que solo pueden ser empleados“, explica el capitán.
Conforme avanzó el tiempo, lo que empezó como un proyecto para llegar a la educación superior, se convirtió en un laboratorio social de convivencia y de paz desarrollado por los jóvenes, en el que cada uno, dependiendo de sus inclinaciones, nutren voluntariamente un aspecto del programa.
Los jóvenes comenzaron a transformar sus realidades
De esta manera, el laboratorio comenzó a traspasar municipios y ciudades hasta llegar a vincular a más de 8.000 jóvenes en varias regiones del país y tener en espera de una beca a 12.000 más.
A medida que entraban más personas a este laboratorio, se crearon otras líneas de acción que abarcarían más problemáticas sociales de los jóvenes en Colombia: prevención al reclutamiento forzado y voluntario, sostenibilidad y medio ambiente, prevención a sustancias psioactivas y salud integral (sexualidad y salud mental).
Uno de los ejemplos de los que habla Palacios sobre el éxito de este laboratorio social, es que uno de los jóvenes que se vinculó al programa, su familia tenía siembras de hoja de coca en sus veredas, y con la capacitación de los monitores, profesores y de los mismos compañeros, hicieron el tránsito para cultivar hierbabuena con garantías de sostenimiento y comercialización.
Hoy el laboratorio cuenta con la coordinación de 30 policías a cargo del capitán Palacios con presencia en regiones como Tumaco, Buenaventura, Chocó, Urabá, Amazonas, La Guajira, Atlántico, Bolívar y Cauca.
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“La institución y yo damos el paso en el laboratorio pero los jóvenes son la guía. Ellos son los mismos monitores, coordinadores y profesores. Este laboratorio es de ellos“, agrega Palacios.
En el momento en que los jóvenes terminan sus estudios universitarios, técnicos o tecnólogos, también salen con un reconocimiento por parte del Laboratorio de ser gestores de paz en sus comunidades. Muchos de ellos continúan trabajando de la mano con los coordinadores para seguir ampliando horizontes y que el laboratorio llegue a más regiones de Colombia.
El capitán Parménides Palacios fue galardonado como el mejor policía del país.
Laboratorio De Paz, Convivencia Y Seguridad Humana
El capitán hoy siente orgullo por sus jóvenes del pacífico, de quien siente como hijos y quién ellos ven como un padre. Su labor de servicio no se limita únicamente a lograr que entren en una universidad. Él, en colaboración de más direcciones de la Policía Nacional, hace que estos jóvenes tengan subsistencia en las grandes ciudades. Les transportan alimentos y ayudan a conectarlos con sus familias.
“Al yo recibir este premio hay un reto enorme de seguir haciendo las cosas bien y hasta mejor. Sigo con mis ganas de servir. El laboratorio es mi vida, es mi obra. Yo siento que estoy contribuyéndole a la construcción de paz de Colombia en la única forma de transformar la sociedad es a partir de la educación de los territorios“, señala Palacios.
El Capitán Parménides Palacios es uno de los ejemplos
En Twitter: @JusticiaET
Justicia@eltiempo.com
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