Por estos días Colombia vive un candente debate laboral gracias a la reforma del Gobierno Nacional que busca cambiar varias reglas de juego en esta materia para, según han dicho, generar condiciones dignas de trabajo para la gente y recuperar algunos beneficios que se han perdido en años pasados, como los recargos nocturnos desde temprano en la noche, así como establecer parámetros claros en modalidades como el teletrabajo.
Dicho proyecto se encuentra en la fase final en el Congreso de la República, donde está a 10 artículos de pasar al Senado y enfrentar los últimos dos debates que le restan y mientras tanto, gremios, analistas y el Ministerio del Trabajo conversan sobre cuál es el camino a seguir para generar empleo digno, sin estimular el crecimiento de otras problemáticas como la informalidad o la discriminación de ciertos sectores de la sociedad.
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Para sumarse a estas charlas, el Centro de Estudios Económicos Anif publicó esta semana su informe trimestral del mercado laboral en Colombia, con corte a septiembre, en el que advierte que hay una mejora en la creación de empleo de calidad, aunque sin superar obstáculos como las brechas de género.
En charla con Portafolio, Luz Magdalena Salas, vicepresidenta de Anif, explicó que para esta revisión se tomaron en cuenta dos frentes, uno por medio del índice objetivo, el cual se consideró respuestas de los ocupados relacionadas con el tipo de contrato, horas de trabajo, salario, formalidad laboral, tiempo de desplazamiento y beneficios adicionales como vacaciones pagadas y cesantías.
Empleo
Por otra parte, se implementó también el índice subjetivo, que incluyó aspectos como la compatibilidad del horario laboral con responsabilidades familiares, satisfacción con el tipo de contrato (verbal, indefinido o definido), conformidad con la jornada laboral y el deseo de trabajar más horas o cambiar de empleo, y se le asignó un puntaje rango, que sirvió de referencia para la comparación.
Dicho esto, informaron que para el total nacional, entre 2021 y el primer semestre de 2024, se observa una evolución en las dimisiones objetivas y subjetivas del empleo en el país, destacando principalmente el dinamismo que muestra el índice objetivo desde el trimestre móvil febrero-abril de 2023, ya que alcanzó mayores repuntes en comparación a meses anteriores.
“Hay dos formas de ver la mejora. Por un lado, a partir de marzo se observa una mejora en el tipo de relaciones contractuales de los trabajadores. Los contratos están siendo más formales, así como los beneficios extra que ellos están recibiendo en sus trabajos. Sin embargo los tiempos de desplazamiento y salarios por hora, hacen que la calidad objetiva del empleo se mantenga en niveles estables”, arrancó diciendo Salas.
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La Vicepresidenta de Anif agregó que “el segundo índice mide la percepción de los trabajadores sobre sus trabajos. En este caso se observa que los trabajadores están conformes con su jornada laboral y han logrado mejorar el balance entre el trabajo y su vida personal. Esto puede explicarse porque después de la pandemia, muchos empleos ajustaron sus horarios y le dieron cabida a formas de trabajo más flexibles”.
En datos concretos, el índice objetivo se ubicó en 104,0, representando una variación anual de 0,6% respecto al mismo trimestre en el anterior. Por su parte, el índice subjetivo muestra una dinámica similar al objetivo, aunque reporta un comportamiento menos fluctuante. Para abril- junio de 2024 el índice subjetivo de la calidad del empleo se ubicó en 103,5, creciendo 0,6% frente a abril-junio de 2023.
Luz Magdalena Salas – Vicepresidenta de Anif.
“Estas son mejoras, principalmente, en el tipo de contrato de los trabajadores. Es decir, ahora más trabajadores cuentan con un contrato verbal o escrito, y los que tienen escrito, están pasando a tener contratos a término indefinido. Ahora bien, pese a que no desagregamos los indicadores por sector, los resultados del dinamismo en las actividades económicas está en el sector de entretenimiento. Aquí, esa consolidación puede estar jalonando empleos con mejores condiciones laborales en donde se le da la posibilidad a los trabajadores de trabajar en jornadas más flexibles”, explicó Luz Magdalena Salas.
Brechas de género
Al analizar la calidad del empleo entre hombres y mujeres, Anif reportó una brecha en la evolución de ambos índices durante los años analizados, ya que el índice objetivo promedio para los hombres se sitúa en 102,1, mientras que para las mujeres es de 100,4, lo que refleja una brecha de 1,7 puntos porcentuales y pone en evidencia un estancamiento en las condiciones laborales de las mujeres.
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“Para el trimestre móvil abril-junio de 2024, el índice objetivo de los hombres alcanzó 105,0, una variación anual positiva de 0,3% respecto a abril-junio de 2023. Por su parte, las mujeres registraron una variación positiva de 0,9% para el mismo periodo, obteniendo un índice de 102,1”, señalaron en el reporte.
El tipo de contrato y los beneficios extra fueron la dimensión que más contribuyeron a la variación anual de los hombres, mientras que en las mujeres la dimensión que más contribuyeron fueron los ingresos extras y el tipo de contrato; mientras que el tiempo de desplazamiento al trabajo y la formalidad del empleo fueron las de menor contribución para ambos grupos.
Empleo jóven
Por último, respecto a la calidad del empleo de los jóvenes (ocupados entre los 18 y los 28) años, Anif informó que los datos arrojaron que el índice de calidad del empleo, tanto objetivo como subjetivo es superior al índice de los ocupados no jóvenes.
Mujeres
“El índice objetivo promedio para los jóvenes durante todo el periodo de análisis se sitúa en 103,8, mientras que para los no jóvenes es de 100,9. Para abril- junio de 2024, el índice objetivo de los jóvenes alcanzó 108,1%, creciendo 1,0% respecto a abril-junio de 2023, mientras que el de los no jóvenes fue de 102,8, registrando una variación anual de 0,5%”, acotaron en el reporte.
Para este caso, las variables que más influyeron en el índice objetivo de los jóvenes en el primer semestre de 2024 fueron los ingresos extras, el tipo de contrato y la formalidad del empleo; dejando claro cuáles son parte de los intereses de esta parte de la población, que se ha mostrado afín a otras prebendas como el empleo remoto.
Ante esto, Luz Magdalena Salas cerró diciendo que los datos “muestran que una vez los jóvenes superan la barrera de desempleo y logran encontrar trabajos, tienen las herramientas para que estos sean de mejor calidad”.
