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La devoción por la nación no se limita únicamente a los individuos que han optado por incorporarse a la policía nacional o algún sector de las fuerzas armadas.
Asimismo, quienes han tomado rumbos distintos en sus carreras profesionales también poseen la posibilidad de brindar su habilidad y saber en beneficio del país, incluso si han superado la edad estipulada para ingresar a cualquiera de las instituciones mencionadas. Este proceso es conocido como asimilación.
De acuerdo con lo establecido por las leyes peruanas, la asimilación es el proceso que tiene cualquier ciudadano común y corriente de enrolarse a la Policía Nacional del Perú (PNP). El detalle está en que primero se haya conseguido un título profesional universitario o en una carrera técnica.
La diversidad de carreras que pueden acceder a esta oportunidad es amplia y no se limita a un conjunto específico. En los procesos de convocatoria de los últimos meses del año pasado, se priorizaron profesionales del ámbito de las ciencias de la salud. Sin embargo, la puerta de la asimilación se mantiene abierta para individuos provenientes de diversos campos de estudio.
A pesar de que el aspecto financiero no es el único incentivo, lo cierto es que es un aliciente crucial que atrae a quienes consideran sumarse a las filas de la PNP.
En este punto hay que tener en cuenta que los sueldos para los asimilados varían según el rango jerárquico, y es esencial destacar que son inferiores a los de aquellos que han dedicado toda su carrera a la institución desde temprana edad.
Por ejemplo, quienes alcanzan la posición de Teniente General tienen un sueldo de S/8.573, mientras que el puesto de General se encuentra ligeramente por debajo, con S/8.362. Al otro extremo, los rangos inferiores como Suboficial de tercera reciben S/1.976.
Un grupo selecto de 51 policías peruanos destinados a 17 países con sueldos exorbitantes causa inquietud. En solo dos meses, los gastos superaron los 6 millones de soles. ¿Un beneficio real para la seguridad nacional o un gasto innecesario? Foto: PNP.
Es importante mencionar que aquellos que ingresan a la institución y ascienden hasta posiciones de alto mando, como Coronel, disfrutan de un salario de S/6.910, una cifra que contrasta con los S/2.104 que recibe un Suboficial técnico de tercera.
La estructura salarial también refleja disparidades dentro de los distintos niveles de suboficiales, por ejemplo, entre un Suboficial superior y un Suboficial de segunda, con sueldos de S/2.668 y S/2.005 respectivamente.
En los niveles intermedios, la variación es notable; un Comandante gana S/4.279 y un Mayor, S/3.254, mientras que un Capitán se sitúa con S/2.705 y un Teniente, con S/2.258.
Finalmente, al inicio de la carrera, los que están en los peldaños más bajos como Alférez y Teniente, perciben ingresos de S/2.204 y S/2.258 respectivamente, estableciendo la base de la pirámide salarial de la institución.
El proceso de asimilación es un camino que se extiende por aproximadamente dos años. Y durante todo ese periodo a los asimilados se les impone una serie de pruebas que deben ser superadas.
Estas evaluaciones abarcan diversos aspectos relacionados con el área y el cargo al que se aspira dentro de la Policía. Además de los desafíos físicos, las pruebas también abordan los valores, principios e ideales que rigen la fuerza encargada de la seguridad interna en Perú.
Las alianzas entre la Policía Nacional del Perú y diversas instituciones educativas se fortalecen a través de convenios establecidos. Según la página web de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Suboficiales de la PNP Santa Rosa de Lima, instituciones como la Universidad César Vallejo, la Universidad Norbert Wiener, la Universidad Continental, la Universidad Tecnológica del Perú, el Instituto IDAT, el Instituto Zegel IPAE, el Instituto Daniel Alcides Carrión y la EIGRA Escuela Internacional de Graduados, tienen colaboraciones establecidas con las fuerzas policíacas.
Los requisitos para formar parte de la PNP, a través del proceso de asimilación, son rigurosos. Por ejemplo, se exige una estatura mínima, tanto para mujeres como para hombres, y la conformidad con las medidas establecidas en la tabla antropométrica. Además, es necesario haber nacido en Perú y no registrar sanciones por infracciones graves o muy graves, tanto en el ámbito civil como militar.
La edad máxima para ingresar a la PNP varía según la categoría y la procedencia. Para oficiales, la edad máxima es de 35 años para postulantes civiles y 40 años para aquellos que provienen de la PNP, aplicando a servicios médicos con segunda especialidad. En el caso de suboficiales, la edad máxima es de 30 años para civiles y de 40 años para quienes han sido parte de las Fuerzas Armadas.
Iniciar el proceso de asimilación a la PNP implica someterse a un procedimiento de dos años. Este periodo incluye diversas evaluaciones relacionadas con la carrera profesional y el cargo al que se aspira. La participación en el Curso de Integración Policial es esencial, marcando el inicio de la travesía hacia la incorporación a esta institución fundamental.
El trámite para asimilarse a la PNP comienza con la publicación de la convocatoria, que puede ser realizada de manera presencial u online. El interesado puede acceder al enlace proporcionado en la página oficial de la Escuela Nacional de Formación Policial Profesional (sinpol.pnp.gob.pe/SIPROAD/Preinscripcion) y completar los datos requeridos.
La opción presencial implica dirigirse a la oficina central de admisión ubicada en la avenida Guarda Civil, en La Campiña del distrito de Chorrillos.
Para iniciar el proceso, es necesario contar con la documentación adecuada, incluyendo la solicitud de registro, la ficha de inscripción, documentos de datos personales, declaraciones juradas simples, y una ficha médica que certifique la aptitud psicosomática del postulante.
Cumplidos todos los requisitos, solo hay que tomar en cuenta que los egresados de cualquier carrera universitaria o tecnológica tienen las mismas chances de asimilarse a la PNP. Solo hay que contar con el respectivo título reconocido por la SUNEDU y esperar la convocatoria para saber cuáles son las carreras que solicitan.
- Garantizar el ejercicio de los derechos valiosos de los ciudadanos, según lo consagra la Constitución peruana.
- Prevenir, combatir, investigar y denunciar delitos y faltas establecidos en el Código Penal y leyes especiales, aplicando sanciones según lo indica el Código Administrativo de Contravenciones de Policía.
- Asegurar la seguridad ciudadana y brindar capacitación a las entidades vecinales en materia de seguridad.
- Salvaguardar la libertad e integridad personal de los ciudadanos, previniendo infracciones penales y colaborando en la ejecución de medidas socioeducativas.
- Encargarse de la investigación de casos de personas desaparecidas.
- Supervisar y controlar la circulación vehicular y peatonal, investigar accidentes de tránsito y mantener registros del parque automotor.
Durante un lapso de cinco años, equivalentes a 10 semestres académicos, los aspirantes a oficial de la Policía Nacional del Perú se someten a un riguroso proceso formativo en la Escuela de Oficiales, donde reciben una educación de nivel superior con reconocimiento legal, especialmente diseñada para prepararlos en las competencias necesarias para su labor en el cuerpo policial.
El acceso a la distinguida Escuela de Oficiales de la Policía Nacional del Perú es una puerta hacia una serie de ventajas que impulsan tanto el crecimiento académico como la trayectoria profesional de los cadetes. Algunos de los beneficios clave incluyen:
- Una formación universitaria integral.
- Obtención del título de bachiller y licenciatura, reconocidos por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
- Ascenso al rango inicial de Alférez en la Policía Nacional del Perú al completar la formación.
- Oportunidades de becas nacionales e internacionales basadas en el desempeño académico.
- Facilidades de hospedaje y manutención durante el periodo de estudio.
- Cobertura de seguro médico completo.
- Programas para el desarrollo y perfeccionamiento de habilidades especializadas.
La preocupación por la inseguridad ciudadana es evidente en diversas administraciones municipales, las cuales solicitan con premura la presencia policial para combatir los actos delictivos recurrentes, como robos, hurtos agravados, extorsiones y sicariatos. Estas actividades delictivas afectan y entristecen a numerosas familias peruanas.
En agosto de 2023, las autoridades de las Municipalidades de San Juan de Lurigancho (SJL) y Magdalena expresaron la urgente necesidad de que se establezca la Policía de Orden y Seguridad. Para Jesús Maldonado, alcalde distrital de SJL, los criminales no respetan al Serenazgo, quienes no tienen permiso para defenderse de ataques tan brutales que incluso causan su muerte.
Por su parte, Francis Allison, alcalde de Magdalena, destacó que hay una fuerte presencia policial en el control del tránsito. Según su perspectiva, sería más adecuado invertir los roles, es decir, que la policía se encargue de combatir la inseguridad en los distritos y el personal de las municipalidades asuma la responsabilidad del tránsito. A pesar de sus posturas a favor de la propuesta del Ejecutivo, la iniciativa fue archivada en el Congreso.