La reforma laboral aprobada recientemente en Colombia introdujo cambios sustanciales en las reglas de juego del mercado de trabajo y uno de los puntos que más preocupación ha generado es la transformación del contrato de aprendizaje, una figura clave para la inserción de los jóvenes en el mundo laboral.
Según un análisis publicado por el Centro de Estudios Económicos Anif, esta modificación afectará gravemente las oportunidades de primer empleo, especialmente para los aprendices del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), que a partir de ahora serían menos atractivos para las empresas.
Otras noticias: ¿Vuelve Telecom? Las señales del Gobierno y qué tiene que ver Movistar en el tema
Desde su creación en 2002, el contrato de aprendizaje ha funcionado como un puente entre la educación y el empleo, permitiendo a miles de jóvenes adquirir experiencia práctica en empresas bajo una vinculación especial, no laboral, que se distinguía por su enfoque formativo y su bajo costo para los empleadores.
“Pero con la aprobación del artículo 23 de la reforma, esta figura queda atrás y ahora se convierte en un contrato laboral a término fijo, regulado por el Código Sustantivo del Trabajo”, dice el reporte.
Empleo joven
iStock
Un salto en los costos
Para Anif, el cambio no es menor, ya que bajo el esquema anterior, el empleador debía pagar un apoyo económico equivalente al 75% del salario mínimo durante la etapa práctica, con algunos aportes limitados, como el seguro de riesgos laborales (ARL). En total, el costo mensual por aprendiz rondaba los $1.075.027.
Con la reforma, el panorama cambia drásticamente, ya que el aprendiz deberá recibir un salario mínimo completo durante la etapa productiva, además de estar afiliado al sistema general de seguridad social y recibir todas las prestaciones sociales a las que tiene derecho un trabajador dependiente como pensión, salud, cesantías, intereses sobre cesantías, vacaciones, prima de servicios y aportes parafiscales.
Consulte también: Vientos cruzados frenarían el crecimiento económico este año
“Esto lleva el costo total por aprendiz a $2.204.727 mensuales, más del 105 % de incremento frente al esquema anterior. Se equiparan los costos de un aprendiz con los de un trabajador con experiencia, lo que elimina el incentivo para que las empresas contraten jóvenes en etapa de formación”, advierte Anif.
Impacto juvenil
Así las cosas, el análisis señala que esta modificación puede generar una fuerte contracción en la contratación voluntaria de aprendices, dejando a las empresas únicamente cumpliendo con la cuota legal mínima exigida. De ese modo, se reduce la posibilidad de que más jóvenes puedan acceder a una experiencia laboral real que complemente su formación académica.
“Esto es especialmente grave si se tiene en cuenta que el desempleo juvenil en Colombia se ubica muy por encima del promedio nacional, y que los aprendices del Sena, universitarios en práctica y estudiantes de formación técnica han encontrado en este contrato una vía efectiva para iniciar su trayectoria profesional”, indicaron.
Presidente Petro sancionó la reforma laboral.
AFP
En Anif recordaron que según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) de 2024, actualmente, 4 de cada 10 contratos de aprendizaje beneficiaban a estudiantes del Sena, mientras que 5 de cada 10 eran utilizados por estudiantes universitarios en etapa de práctica. El restante 10% correspondía a estudiantes de otras instituciones técnicas y tecnológicas.
“Con el nuevo esquema, este amplio espectro de beneficiarios se ve afectado, y con ello, la capacidad del país para cerrar las brechas de acceso al empleo entre la juventud”, advirtieron en Anif, donde agregaron que el cambio aprobado desconoce la lógica original del contrato de aprendizaje como instrumento de política pública orientado a promover el empleo juvenil sin cargar completamente a las empresas con los costos de un contrato laboral tradicional.
Más información: Reformas estructurales: camino para sacar del jaque a la estabilidad fiscal
“La nueva normatividad rompe con ese equilibrio. Cuando contratar a un joven en formación cuesta lo mismo que vincular a un trabajador con experiencia, la elección empresarial es evidente”, concluye el informe.
Además, se advierte que la modificación impone una rigidez que afecta no solo a las empresas, sino también a los propios jóvenes, que enfrentarán mayores barreras de entrada al mercado laboral formal. El informe teme que esta decisión termine afectando negativamente las tasas de empleabilidad, justo cuando el país enfrenta desafíos estructurales en materia de informalidad, productividad y formación para el trabajo.
Empleo y costos laborales Colombia.
Imagen generada con Inteligencia Artificial – ChatGPT
Efecto dominó
Más allá de las cifras, el documento también plantea un interrogante de fondo y es ¿qué pasará con el sistema de formación técnica y tecnológica si se reduce drásticamente la demanda de aprendices por parte de las empresas?
“La reforma no solo transforma un contrato, sino que también reconfigura el ecosistema de formación para el trabajo, cuya efectividad dependía en buena medida de la articulación entre el Sena, las instituciones educativas y el sector productivo”, indicaron.
En ese contexto, la advertencia de Anif es clara y pone sobre la mesa que sin incentivos razonables, sin corresponsabilidad y sin mecanismos de transición progresiva, la reforma podría terminar afectando a la población que buscaba proteger, es decir, a los jóvenes que aún no han tenido una primera oportunidad laboral.
