Poco más de cuatro meses le queda al gobierno del presidente Gustavo Petro para sacar adelante los dos debates que le hacen falta a la reforma laboral y pese a las presiones y gestiones del Ministerio del Trabajo, el trámite de esta iniciativa todavía se ve enredado, puesto que no están terminadas todas las ponencias que se van a presentar.
Finalizadas las audiencias públicas, actualmente tanto en el Ministerio del Trabajo, como en el legislativo, trabajan en el desarrollo del proyecto oficial, con algunos ajustes respecto a la versión aprobada en la Cámara de Representante y en una ponencia, que por ahora no se ha definido si irá como alternativa o pedirá el archivo de la reforma.
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Entre tanto, Antonio Sanguino, ministro de Trabajo, señala que el debate de la reforma laboral, más allá de si es en el Congreso o no, destacando que todo un país está conversando sobre los beneficios de la propuesta. Frente a lo que vendrá para los próximos días, indicó que esta semana podrían conversar formalmente dicho proceso.
“Estamos ya discutiendo, de cara a la ciudadanía, como debe ser una discusión democrática. Esperamos que el día miércoles, como lo conversamos con la presidenta de la Comisión séptima, la senadora Nadia Blel, arranque la presentación de las potencias y la discusión del articulado en el seno de la Comisión Séptima del Senado”, explicó.
Reforma laboral
Cabe recordar que en otros pronunciamientos, Sanguino ha dicho que entiende las preocupaciones de los sectores productivos, al tiempo que les ha extendido la invitación a que trabajen de forma mancomunada, apostándole a dignificar a los trabajadores y devolverles algunos derechos que han perdido en los últimos años.
“Claro que hay que generar incentivos para el empresariado colombiano, pero eso no se puede hacer, óigase bien, y esa es una opinión oficial del Gobierno y del Presidente Petro y de este Ministerio, eso no se puede hacer sobre la base de pisotear los derechos de los trabajadores de Colombia. Entonces, este debate tiene que conducirnos a encontrar el justo medio, el punto de encuentro entre los derechos de los trabajadores y la protección de los empleos y del aparato productivo”, manifestó el funcionario.
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Portafolio consultó a fuentes en el Congreso para conocer el estado de la reforma y allí contaron que están en la construcción de las ponencias para empezar el debate. Así mismo, si bien hay sectores que piden su archivo, también se explicó que se está analizando el tema, dado que la intención de las audiencias públicas era generar consensos.
Así mismo, contrario a lo que opina el Ministro del Trabajo, que ya ha dicho en varios momentos que está cerca de empezar el debate en la Comisión Séptima, no creen que eso suceda esta semana, dado que la agenda se concentró en sacar adelante otros proyectos y descongestionar la carga de propuestas que hay en el Legislativo.
Informalidad
También hay que tener presente que Nadia Blel, presidenta de la Comisión Séptima del Senado, dijo en su momento que “el proyecto de reforma laboral no se agendará hasta tanto los ponentes terminen el ciclo de audiencias públicas y mesas técnicas que fueron aprobados por el Pleno de la Comisión”.
“Desde la mesa directiva estamos brindando todas las garantías para que se hagan estos espacios de participación y escucha. Una vez los ponentes radiquen las ponencias, el proyecto se agendará para su discusión. Y como se lo hemos manifestado al ministro de Trabajo, esperamos que este sea un espacio técnico, de altura y en el marco del respeto”, acotó la senadora Blel.
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Por otra parte, el también senador Wilson Arias, destacó la importancia de la reforma, indicando que es parte fundamental del esfuerzo que vienen haciendo diversos sectores políticos para generar mejores condiciones de trabajo, no sólo para los trabajadores actuales, sino para los jóvenes que están camino a unirse al mercado laboral.
“Entendemos que todos debemos estar comprometidos con el futuro del país, que tenemos que mirarnos a los ojos, que no necesitamos agredirnos para eso, que tenemos que ser conscientes de que el futuro de las empresas, el futuro de los trabajadores es exactamente el mismo y es un futuro en el que ojalá seamos libres, donde no nos quieran o no nos dejemos convencer de que nos van a hacer felices a la fuerza, donde podamos tomar decisiones y donde podamos decidir cuándo, cómo y dónde trabajar”, acotó.
Pesos colombianos
Piden archivarla
A este debate público se sumó recientemente la organización Aliadas, que por medio de un comunicado presentó sus razones para archivar la reforma laboral, proyecto que para ellos no generará cambios importantes para el país, más allá de incrementar los costos de operación para las empresas y desincentivar la generación de empleo.
“Colombia necesita una reforma laboral que proteja y beneficie a todos los trabajadores, no solo a una parte del mercado laboral. La propuesta que actualmente cursa en la Comisión VII del Senado no responde a la realidad del país ni a las necesidades de quienes buscan empleo formal. Por eso, su archivo es urgente”, manifestaron.
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En primer lugar, tal y como lo reconoció la exministra Gloria Inés Ramírez, las propuestas del proyecto excluyen a los trabajadores informales, lo cual no es menor en un contexto en el que más del 55% de los empleos en Colombia hacen parte de esta categoría. Para Aliadas, la reforma se centra únicamente en el empleo formal y sindicalizado y deja sin protección y oportunidades a millones de colombianos.
“En lugar de generar más empleo formal, endurece las condiciones para la contratación y desincentiva la creación de nuevos puestos de trabajo. Esto afecta especialmente a sectores productivos y a quienes buscan su primer empleo. También desconoce que hay que estar alineados con la cobertura pensional y el acceso a salud. No se puede hablar de mejorar las condiciones laborales sin incluir estas garantías fundamentales”, señalaron.
Por último, destacaron que la reforma actual perjudica a los jóvenes al debilitar el contrato especial de aprendizaje y limitar una de las principales vías de inserción laboral juvenil. También advirtieron que restringe la negociación colectiva y se puede convertir en un obstáculo que excluye a millones de trabajadores y debilita la generación de empleo formal.
