El proyecto de reforma al sistema laboral colombiano, presentada por el Gobierno Nacional, sigue con su aventura en el Congreso de la República, no obstante, los cuestionamientos a su contenido siguen siendo objetivo de fuertes críticas.
Y es que distintos sectores, especialmente desde la empresa privada, se asegura que este proyecto social del Gobierno puede poner en peligro la creación de nuevos empleos, así como la estabilidad laboral de millones de personas. De igual manera, se asegura que esta tampoco ayudaría a disminuir de manera sostenida la informalidad, forma de empleo en la que la mayoría de los colombianos logra subsistir (tasa del 55,9%, según el último informe de mercado laboral del Dane).
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De hecho, esto también fue ahondado por David Perez-Reyna y María del Mar Rojas, expertos de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes, quienes aseguran que este proyecto “no ataca estas causas y, por consiguiente, puede tener un efecto nocivo sobre la economía“, agregando que para que “más colombianos puedan tener un trabajo formal es mejor una reforma que permita un aumento en la productividad de las empresas del país“.
Mencionan también que la tasa de desempleo promedio entre 2000 y 2019 fue 11,5%, por encima de todos los países grandes de América Latina y del promedio de países de América del Norte, Europa y Asia oriental.
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Basándose en el estudio ‘Desempleo e informalidad en Colombia’, los expertos de la Universidad de los Andes aseguran que el punto de la reforma sobre darle a los empleados un mayor poder de negociación para fijar sus salarios con empresas del sector formal haría que las vacantes disponibles en el sector privado caigan en un 3,79%.
Explican que “al tener menor poder de negociación con los trabajadores, las empresas tienden a priorizar la contratación de los trabajadores más productivos, que les permiten tener mayores ganancias. (…) Algunos de estos trabajadores se ven obligados a trasladarse al sector informal, que incrementa la cantidad de trabajadores informales en un 0,044%“.
A modo de propuesta, mencionaron que “si se busca disminuir el desempleo y la informalidad, una mejor solución podría estar relacionada con un aumento en la productividad, ya sea de las empresas o de las personas; es decir, a la capacidad de poder producir más con el mismo trabajo“.
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Y agregaron: “Al igual que en el experimento sobre poder de mercado, analizamos los efectos de un aumento del 1% en la productividad de las empresas. Este cambio tiene un impacto positivo: el consumo general aumenta en un 0,95%. Además, se observa una disminución en las tasas de desempleo de 0,013 puntos porcentuales (llegando a 9,78%) y de informalidad de 0,22 puntos porcentuales (4,93%). Al analizar los efectos de un aumento de 1% en la productividad de los trabajadores, los resultados son similares. El consumo aumenta 0,98%, la tasa de desempleo disminuye 0,0246 puntos porcentuales y la informalidad disminuye en 0,0135“.
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