Tras la aprobación en tercer debate de la reforma laboral en la Comisión Cuarta del Senado, el gremio de la vigilancia y seguridad privada ha encendido las alertas por los efectos que podrían derivarse de los cambios propuestos, especialmente en aspectos como los costos de nómina, que se elevarían de forma considerable.
Es por esto que la Confederación Nacional del Gremio de la Vigilancia Privada, Confevip, presentó una propuesta para que el Congreso y el Gobierno Nacional para que consideren un régimen laboral especial que reconozca las particularidades operativas del sector antes de que la iniciativa sea votada en plenaria.
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Entre los puntos que más preocupación generan está el nuevo horario nocturno, que con la reforma pasaría a iniciar a las 7:00 p.m. (en lugar de las 9:00 p.m.), y el recargo del 100% por trabajo en domingos y festivos, ya que según esta agremiación, las medidas podrían tener un impacto directo en los costos de operación de las empresas de vigilancia, que funcionan 24/7 bajo esquemas rotativos, con alta exposición a turnos nocturnos y jornadas en días no laborales.
La propuesta del gremio, que coincide con una alternativa presentada por el Partido Liberal, consiste en mantener el inicio del recargo nocturno a partir de las 9:00 p.m; lo que permitiría que los trabajadores del sector puedan desempeñar una jornada ordinaria entre las 6:00 y las 9:00 p.m., sin generar sobrecostos inmediatos; alineados con recomendaciones de la Ocde y la OIT, que sugieren implementar modelos de flexibilidad laboral para sectores que requieren alta movilidad y operación ininterrumpida.
Archivo Portafolio.co
“Si no se implementa la propuesta que nosotros estamos planteando, conjuntos residenciales o pequeños negocios como bares y restaurantes se verán afectados. En total, unas 250.000 personas podrían resultar impactadas de manera directa”, advirtió Miguel Ángel Díaz, vocero del gremio.
Confevip también advirtió que las modificaciones al régimen de contratación representarían una amenaza para la sostenibilidad del sector, teniendo en cuenta que la reforma plantea la supresión progresiva del contrato por obra o labor, modalidad ampliamente utilizada en vigilancia por su capacidad de adaptación a la duración de los contratos comerciales.
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A esto se suma la priorización del contrato a término indefinido, lo cual obligaría a las empresas a indemnizar a los trabajadores que no puedan ser reubicados una vez termine un contrato con el cliente, generando un posible pasivo laboral insostenible.
En medio de estas preocupaciones, el gremio prepara su estrategia de incidencia: presentar oficialmente la propuesta de régimen especial en el VIII Congreso Internacional de Seguridad Privada, que se realizará en Montenegro, Quindío. Al evento están invitados congresistas y funcionarios del Gobierno Nacional, con el objetivo de abrir un canal de diálogo antes del último debate legislativo de la reforma.
Comisión IV de Senado – reforma laboral
Néstor Gómez – El Tiempo
Desde Confevip insisten en que este sector no solo es estratégico para la economía, sino también para la cohesión social, ya que la seguridad privada genera más de 350.000 empleos directos, representa alrededor del 1,2% del PIB nacional y mueve cerca de $10,5 billones anuales, según cifras de la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada.
También es reconocido por sus avances en inclusión social, equidad de género y cumplimiento de normas en salud y seguridad en el trabajo y dicen que esto debe ser analizado antes de cualquier decisión, puesto que el impacto económico no es menor y de acuerdo con sus proyecciones el nuevo horario nocturno implicaría un incremento del 10% en el salario mínimo legal mensual vigente por trabajador, solo por concepto de recargos.
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“A esto se suma un aumento del 25% en el recargo dominical o festivo. Como consecuencia, se proyecta una posible caída del 7% en la actividad empresarial del sector y la pérdida de hasta 28.000 empleos”, acotaron.
Así las cosas, Miguel Ángel Díaz reiteró el llamado al Congreso, destacando que “no pedimos una excepción arbitraria, sino una regulación sensata y diferenciada, que reconozca las características operativas del sector sin comprometer el objetivo central de la reforma: mejorar las condiciones laborales del país”.
Con la plenaria del Senado cada vez más cerca, el gremio confía en que su propuesta sea escuchada y tenga un espacio en el debate final de una de las reformas más significativas de los últimos años.
