Motores Diesel. El filtro de partículas Diésel es un dispositivo invisible conectado al sistema de escape del motor y está diseñado para eliminar las partículas sólidas y contaminantes de los gases de escape generados durante la combustión, de uso obligatorio a partir de inicios de la década.
Pero al ser una nueva tecnología, presenta sus problemas; al estropearse puede generar una inversión en mantenimiento de casi el 10% del costo del vehículo, al menos en los diésel más económico. Pudiendo estar asociado de igual forma con la falta de conocimiento de su funcionamiento, puesto que este varía de acuerdo con el fabricante. Siendo de esta forma más complicado el diagnosticar y asesorar correctamente cuando se produce una falla.
¿Cómo funcionan los filtros de partículas?
En el filtro de partículas, fabricado normalmente por procesos de extrusión que utilizan cordierita (mineral) o carburo de silicio poroso, los gases no pasan libremente a través de los canales, dejando las partículas de sólidas retenidas en los mismos, así solo los gases sin partículas pasan al exterior. Las partículas sólidas van almacenándose en el filtro y dos sensores de presión, uno a la entrada y otro a la salida de éste, son los que determinan en qué momento está cercano a llenarse de ellas. Finalmente por un proceso de regeneración se puede eliminar hasta el 85% de estas partículas y en algunas situaciones de conducción casi 100%.
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Entonces ¿Por qué fallan los filtros de partículas?
Los vehículos poseen un sistema de autodiagnóstico, el cual en un principio debe indicar que no se ha realizado la quema de partículas. Esta situación se presenta en aquellos casos donde habitualmente el vehículo diésel circula con poca carga en el motor y regímenes bajos. Pudiendo ser agravada por arranques en frío y frecuentes paradas (características de una conducción en ciudad con trayectos cortos).
En estos casos, el filtro de partículas puede, una vez cerca de saturarse de partículas, no ser capaz de realizar esa regeneración automáticamente para la cual están diseñados, bajo otras circunstancias. En consecuencia, se obstruye y el motor se sitúa en modo fallo, caracterizado por no pasar de las 2.000 rpm y con una velocidad máxima limitada a unos 100 km/h.
Es decir el proceso de regeneración se efectúa en los viajes de parar/iniciar, sin embargo puede no quedar completo y probablemente la luz de advertencia del filtro de partículas se encienda, indicando que el filtro de partículas está parcialmente bloqueado. Estas situaciones de filtro bloqueado o parcialmente bloqueado causan alta contrapresión para no dañar el filtro de partículas antes del tiempo en el sistema de escape y también un aumento en el consumo.
Si no hace caso de la advertencia y se continúa haciendo viajes cortos, las demás luces se encenderán indicando otro tipo de fallos. Si esto ocurre, el coche tendrá que ir al taller para hacer la regeneración. En muchos casos, este tipo de regeneración ya no es posible cuando el nivel de partículas en el filtro es alto y el vehículo ha entrado en modo seguro. También el riesgo de incendio es real, porque en el sistema de escape habrá que generarse temperaturas de alrededor de 600º para poder llevar a cabo la combustión de las partículas.
Finalmente si se sigue conduciendo, el filtro se bloquea y es probable que tenga que comprar un nuevo.
¿Cuánto duran los filtros de partículas?
Los filtros normalmente se sustituyen entre los 80.000 km y 200.000 km de acuerdo a lo estipulado por el fabricante del vehículo o cuando se detecta que el filtro de partículas ya no puede ser regenerado a causa de alguna situación en el motor o sensores que tengan dañado el filtro de forma irreversible.
¿Cómo alargar la vida del filtro de partículas?
- Se recomienda leer el manual de instrucciones de su vehículo para ver cuáles son los procedimientos correctos que deben tomar para no dañar el filtro de partículas antes del tiempo.
- Seguir el plan de mantenimiento que indique el fabricante, prestando especial atención al tipo de aceite motor. Los modelos con filtro de partículas suelen emplear un aceite Low Saps, preparado para soportar la ´contaminación´ que produce en el aceite el hecho de inyectar más carburante del necesario cuando hay que aumentar la temperatura del escape para realizar una regeneración.
- Evita los trayectos cortos, en ellos, el motor no suele alcanzar su temperatura ideal de funcionamiento y el filtro tampoco, por lo que se satura con más facilidad y el motor necesitará iniciar un ciclo de regeneración cada poco tiempo pudiendo llegar incluso a ser necesario cada menos de 1.000 km-.
- Salir de vez en cuando a carretera, debido a que circular sólo por ciudad provoca que el filtro acumule muchas partículas sólidas. Además, como el escape trabaja a baja temperatura, el motor se ve obligado a realizar regeneraciones activas cada poco tiempo. Por eso, es recomendable que, cada 800 ó 900 km, circular por autopista a unos 3.000 rpm durante unos 15 minutos.
- Si no se puede hacer ese uso del vehículo e incluso la regeneración del filtro no se produce, se debe llevar al taller, bien para que allí fuercen una regeneración y, si finalmente no es posible, sustituirlo.
- Antes de hacerlo, en algunos casos puede servir utilizar aditivos en el combustible que facilite el quemado de las partículas, pudiendo ser posible reducir la temperatura necesaria para facilitar la regeneración del filtro.