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Una jubilada de 91 años fue víctima durante la noche del viernes de un violento asalto en su casa de la localidad de Alta Gracia, en la provincia de Córdoba. Dos delincuentes lograron acceder a su vivienda y, tras esperar su llegada, la sorprendieron y la encerraron en una de las habitaciones mientras buscaron pertenencias de valor. Luego, escaparon con los ahorros de la mujer.
Todo ocurrió en un hogar situado en el barrio Norte de la ciudad. Los dos asaltantes, una vez en el interior de la propiedad, vigilaron desde una ventana el regreso de la anciana. Al verla entrar -momento en que se retiraba la empleada de ella-, la retuvieron de los brazos y le taparon la boca. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad instaladas en el interior de la propiedad.
En las imágenes se observa a los ladrones sujetando con fuerza a la dueña, quien intentaba resistirse como podía. En medio de la agresión, verificaban constantemente por las ventanas si alguien se acercaba, especialmente alertados por los gritos de terror de la víctima que podían oírse en toda la cuadra, como relataron vecinos a medios locales.
La mujer fue retenida en una habitación mientras los delincuentes recorrían la vivienda en busca de objetos de valor. El calvario se extendió durante un rato hasta que, finalmente, los asaltantes se llevaron 1.500 dólares y dos anillos de oro.
“Revolvieron hasta el último cajón”, contó Federico, un nieto de la víctima, en declaraciones al sitio AGNoticias. El familiar llevó tranquilidad respecto de la salud de su abuela: “Por suerte, mi abuela está bien, no la lastimaron, aunque hubo forcejeos. Obviamente estaba muy asustada y nerviosa, pero físicamente está bien”.
El caso está actualmente bajo la investigación del fiscal Alejandro Peralta Ottonello, quien solicitó la colaboración de la Brigada de Investigaciones de Córdoba, ya que se sospecha que los atacantes no residen en la zona.
En mayo pasado, un tarotista fue asesinado en la cabaña donde vivía, en la localidad de Villa La Bolsa, cerca de Alta Gracia. La víctima fue identificada como Pablo Giménez. Tenía 44 años. Su cuerpo fue hallado envuelto en una frazada dentro de la vivienda.
Pablo había sido visto con vida por última vez unos días antes del descubrimiento del crimen. Como había dejado de responder los mensajes y los llamados, uno de sus amigos fue preocupado hasta su vivienda ubicada sobre la calle La Rioja. Al llegar, tocó la puerta y nadie le atendió, por lo que se asomó a mirar desde una ventana: fue entonces que vio a alguien tendido y tapado, tras lo cual llamó a la Policía.
Los efectivos que ingresaron a la cabaña constataron la muerte del tarotista. Al lugar asistió personal de la Departamental Santa María, de Homicidios y de los Gabinetes completos de Policía Judicial, que iniciaron las primeras actuaciones en el marco de una investigación encabezada por la Fiscalía de Peralta Ottonello.
Pablo vivía en la cabaña solo, con un perro caniche. Una de las hipótesis -la más firme- apunta a que se trató de un homicidio en ocasión de robo. Es que del lugar faltaban su auto -un Fiat Palio de color gris-, dos televisores, el teléfono celular y otras pertenencias.
En esa misma línea, hubo un detalle que llamó la atención de los investigadores: la cabaña no tenía los accesos forzados y la puerta principal estaba cerrada con llave, que también desapareció al igual que el perro. Ante esta situación, sobrevuela la sospecha de que el autor del hecho haya sido un conocido de la víctima.
Con el correr de las semanas fueron detenidos dos sospechosos: un hombre de 37 años que quedó acusado del homicidio y otro de 24 años que tenía pedido de captura por encubrimiento agravado.